Un coche ha entrado a toda velocidad en la plaza Major de Vic y ha tirado las 2.500 cruces amarillas que se habían plantado para reivindicar la libertad de los presos políticos y el retorno de los exiliados.
Una persona con un coche ha entrado en la plaza y ha pasado por encima de buena parte de las cruces. A una gran velocidad, el conductor ha puesto en peligro a algunas personas que paseaban en aquel momento por el centro de Vic.
La alcaldesa de Vic, Anna Erra, ha condenado lo que considera "un atentado contra la libertad de expresión" y ha hecho un llamamiento a la ciudadanía a "no caer en sus provocaciones".