¿Las cocinas de gas son perjudiciales a la salud de los niños de la misma manera en que lo es ser fumadores pasivos? Esta idea ha ido circulando las últimas semanas por internet y preocupa a muchas familias, ya que este tipo de cocinas de gas, sea natural o de butano, son todavía habituales en los hogares de todo el mundo. Ahora, estudios elaborados en los Estados Unidos apuntan hacia la posibilidad de que supongan un riesgo para la salud respiratoria, especialmente para los niños, ya que les podría provocar asma infantil. El último estudio que profundiza en este tema y que revisa una veintena que se han publicado en los últimos años, tal como ha informado la web Newtral, ofrece unos datos significativos: uno de cada ocho caos de asma en criaturas se relaciona directamente con su exposición a cocinas de gas. Concretamente, el problema se identifica en las sustancias derivadas y uno de sus autores y consultor científico Talor Gruenwald lo ha comparado al hecho de ser fumadores pasivos.
La preocupación es especialmente alta en los Estados Unidos, donde se ha elaborado el estudio y la Comisión de Consumo del país haya sugerido que, como mínimo, se limite su uso. Algunas ciudades ya se han puesto a trabajar en este sentido, como Nueva York, que prohibirá próximamente la instalación de gas doméstico, tanto por sus efectos sobre la salud como para ser perjudicial para el medio ambiente. Mientras desde el otro lado del Atlántico tiran estos mensajes de prevención, en Europa, un informe conjunto de la Alianza Europa de la Salud Pública, la organización de eficiencia energética y la Organización Neerlandesa para la Investigación Científica Aplicada, cifran en más de 700.000 el caos de asma infantil que se podría evitar si las criaturas no estuvieran expuestas a la combustión de gas en sus hogares. Este número representa un 12% del caos total y lo comparan, de nuevo, con el hecho de convivir con un fumador.
Preocupación, pero sin alarma
Desde Barcelona, la neumóloga Ebymar Arismendi ha explicado a Newtral que, según su opinión, el impacto del gas en la salud ha estado históricamente infraestimado. Para ella, los resultados de los estudios ya mencionados dejan claro que la contaminación en casa y especialmente la de cocinas de gas pueden aumentar la irritación de las vías aérea, hecho que puede provocar la aparición de asma en la población infantil o, en caso de que esta ya exista, empeorar su desarrollo. ¿Qué pasa, exactamente? Cuando hay combustión de gas, se desprenden unas sustancias. Si estas no se dispersan, se pueden respirar y hacer que el organismo empiece a producir las alarminas, que a su vez, activan otros que provoca la inflamación. Con todo, la experta pide que la población no entre en pánico, ya que estos solo son unos primeros datos y cada cocina es un mundo por lo que hace, por ejemplo, a la ventilación.