Sólo un día después de que el Gobierno anunciara que los teléfonos móviles del presidente, Pedro Sánchez, y de la ministra de Defensa, Margarita Robles, habían sido infectados con el programa Pegasus, el juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama ha iniciado una investigación por un posible delito de descubrimiento y revelación de secretos a raíz de una denuncia de la Abogacía del Estado por estos hechos. En esta denuncia, se recogen unos informes del Centro Criptológico Nacional que concretan que las dos intrusiones en el móvil de Sánchez se registraron el 19 de mayo de 2021 y el 31 de mayo del mismo año. En estos dos hackeos, se extrajeron 2,6 gigas y 130 megas de datos, respectivamente. Por lo que respecta a Robles, sólo se especifica en los citados documentos que su dispositivo sufrió el ataque informático el mes de junio de 2021, con una extracción de nueve megas. En estas fechas clave, ¿qué pasaba en España?
Disputa con Marruecos
El mes de mayo de 2021 vino marcado por la crisis en Ceuta y la ruptura diplomática con Marruecos. Todo se desencadenaba fruto del ingreso de Brahim Ghali, secretario general del Frente Polisario, por coronavirus en un hospital de Logroño. Dos días más tarde, se conocía este hecho por la publicación del semanario Jeune Afrique. El 24 de abril, Rabat citaba al embajador español en Marruecos para mostrar su enfado ante el ingreso del secretario general del Frente Polisario a un centro hospitalario del Estado. Pero la cuerda se tensó mucho más el 17 de mayo, cuando más de 10.000 personas entraron en Ceuta con una actitud pasiva por parte de las autoridades de Marruecos. Para hacer frente a este escenario, Defensa llegó a enviar al Ejército para intervenir en una situación sin precedentes.
Para más inri, después de esta entrada masiva de personas en el territorio español, el reino alauí llamó a consultas a la embajadora de su país en España, que no retornó al territorio español hasta el 20 de marzo de este año. Las relaciones diplomáticas se resquebrajaban, con un Gobierno que denunciaba el "chantaje" de Marruecos. Al día siguiente de la llegada de migrantes, es decir, el 18 de mayo, Pedro Sánchez se desplazó hasta Ceuta, acompañado de Fernando Grande-Marlaska (ministro de Interior). Sánchez se reunió con Juan Jesús Vivas, presidente de Ceuta, para abordar la situación, y también visitó el Centro Operativo de Seguridad. 24 horas después, el teléfono del presidente del Gobierno era pinchado e infectado con Pegasus.
La segunda intrusión en el terminal del jefe del ejecutivo estatal, Pedro Sánchez, se registraba el 31 de mayo de 2021. Aquel mismo día, Marruecos difundía un comunicado en el que establecía un paralelismo con el independentismo catalán: "¿Cuál habría sido la reacción de España si un representante del independentismo hubiera sido recibido en el Palacio Real marroquí?". Además, reprochaban a España su posición con el Sáhara Occidental recordando que ellos, "durante la crisis catalana, no optamos por la neutralidad, sino que nos alineamos al lado de la integridad territorial y la unidad nacional".
De hecho, también recordaban que "el año 2012, una delegación económica del Govern quiso visitarnos y decidimos modificar el programa, a petición del Gobierno, para que esta delegación no fuera recibida a alto nivel y que todas las entrevistas se hicieran en presencia del representante de la embajada de España en Rabat". Por otro lado, sin especificar el nombre, precisaban que "el año 2017, seguimos la misma coherencia y decidimos rechazar la petición de una visita y una reunión de un gran líder del separatismo catalán". En julio de 2021, se destapaba un caso de espionaje con el programa israelí Pegasus. Una investigación revelaba que Marruecos habría infectado con este 'spyware' el teléfono móvil de Emmanuel Macron, presidente de Francia, el año 2019. Sin embargo, el dirigente de La República En Marcha nunca llegó a confirmar este extremo. El país alauí lo desmintió en todo momento. Otro de los objetivos de este espionaje, que afectó hasta a 13 jefes de Estado según la investigación, era el rey de Marruecos, Mohammed VI.
Investidura de Pere Aragonès y los indultos
El periodo del espionaje a Pedro Sánchez y Margarita Robles también coincide con otros episodios convulsos de la política catalana y española. Hacía pocas semanas que Isabel Díaz Ayuso había obtenido una victoria contundente en las elecciones a la presidencia de la Comunidad de Madrid y, en Catalunya, ERC y Junts seguían negociando la investidura de Pere Aragonès. El reloj corría y, si a finales de mes no se escogía un president de la Generalitat, se tenían que repetir los comicios al Parlament. Al final, Aragonès era investido el 21 de mayo y, en pocos días, se conocía la composición completa del ejecutivo de coalición de Esquerra y Junts. Los contactos con La Moncloa se reanudaban. Paralelamente, el Ministerio de Justicia trabajaba en los expedientes para indultar a los nueve presos políticos. Esta medida de gracia se aprobaba el 22 de junio, mes en el que se produjo la intrusión en el terminal de Robles. Además, Pedro Sánchez había hecho un polémico acto en el Liceu para defender los indultos, con protestas del independentismo en la calle y con la derecha crispada.