Entender cómo funciona el sistema interno de toma de decisiones de los comunes es una auténtica prueba de esfuerzo. El partido ha activado los mecanismos para cargarse de razones en su apuesta para parar el desahucio de Ada Colau de la alcaldía de Barcelona. O lo que es lo mismo: para que ella opte a la reelección. Una operación que los comunes pretenden que incluya al PSC y a ERC, una misión imposible. Claro está que la política catalana nos tiene acostumbrados últimamente a giros de guion dignos de las mejores series.
El plenario de Barcelona en Comú se ha pronunciado esta tarde a favor de la propuesta de la cúpula del partido: que Ada Colau presente su candidatura a la investidura de la alcaldía de Barcelona. Este órgano lo integran unos 2.000 activistas que participan habitual y activamente de los espacios de debate de la organización. Sería el equiparable a los militantes de los partidos convencionales. Desde BeC, sin embargo, aseguran que no tienen el censo actualizado y que no saben exactamente cuánta gente tienen. En la asamblea de esta tarde, celebrada en el Centro Cívico de La Sadeta, han participado unas 500 personas. Y el resultado ha sido contundente: 457 votos a favor y 27 en contra. Es decir, prácticamente unánime.
De hecho, vista la euforia y la entrada triunfal de la actual alcaldesa en funciones al empezar, todo hacía presagiar que no habría sorpresas y que los suyos la empujarían a intentar mantenerse al frente del gobierno municipal. Cabe tener en cuenta, sin embargo, que la consulta no ha entrado en cuestiones espinosa. Se ha limitado a preguntar si teniendo en cuenta los vetos cruzados entre PSC y ERC la mejor alternativa para mantener viva la posibilidad de un tripartito es que ella sea la alcaldesa. Obviando por lo tanto que socialistas y republicanos ya le han dicho que eso es imposible se plantee como se plantee. No se pedía opinión sobre si es conveniente aceptar los votos regalados de la plataforma de Manuel Valls, imprescindibles para sumar una mayoría alternativa a Maragall con el PSC. Ni si verían bien una alianza con ERC.
Los comunes cuentan todavía con otra herramienta para consultar a los suyos. Se trata de lo que denominan el común y es lo que utilizaron cuando se tenía que decidir si se expulsaba a los socialistas del gobierno municipal cuándo estos dieron apoyo al 155. Este es un espacio mucho más amplio y diverso, reúne a unas 10.000 personas que se inscriben en la web para votar telemáticamente. Hace un año y medio decidieron echar al PSC por el 155. Esta vez no hay ningúna intención de que sean consultados. Por cierto, en la votación de hoy dos ausencias destacadas: Jaume Asens y Gerardo Pisarello.