La exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha descartado volver a la "política institucional" después de renunciar al acta de concejala en octubre del 2024. En una entrevista en El Suplement de Catalunya Radio, Colau ha afirmado que ahora mismo no piensa "en absoluto en volver a la política institucional en ningún cargo", y ha justificado su decisión al asegurar que "después de todos estos años era bueno salir, distanciarse y coger perspectiva". Sin embargo, ha dejado claro que seguirá haciendo política desde otros ámbitos: "Llevo el activismo a las venas y siempre haré política". También ha alertado sobre el avance de la extrema derecha, que considera "financiada a nivel mundial" y una amenaza para la democracia.

Con respecto a los liderazgos de izquierdas en Catalunya y España, Colau ha reconocido que han tenido "algunas virtudes y otros no" y ha defendido que "las cosas se aprenden haciéndolas" porque las experiencias sirven para mejorar los proyectos futuros. La exalcaldesa ha lamentado la división entre Sumar y Podemos, que ha calificado de "lamentable" y ha atribuido a la "tensión permanente" de la política madrileña. En este sentido, ha subrayado que "es responsabilidad de los liderazgos de izquierda" encontrar soluciones a los problemas internos y ha vinculado el auge de la extrema derecha a un fenómeno global que aprovecha la indignación popular con un gran apoyo financiero para sacar rédito político.

Colau también ha destacado el papel determinante del movimiento del 15M en su trayectoria política y ha explicado que, sin aquel estallido de protesta social, difícilmente habría llegado a ser alcaldesa de Barcelona. Aunque ya había movilizaciones previas, ha asegurado que el 15M multiplicó el impacto de campañas como Stop Desnonaments y marcó un antes y un después en la política española. La exalcaldesa ha recordado cómo vivió aquellas semanas, asistiendo a las manifestaciones con su hijo recién nacido, y ha calificado aquel momento como "una de las cosas más bonitas" que ha vivido. También ha criticado con dureza la respuesta del govern de Convergència i Unió a las protestas, especialmente el desalojo de la plaza Catalunya el 27 de mayo de 2011, que coincidió con las elecciones municipales en que ganó Xavier Trias. Según Colau, aquel resultado fue "un golpe de realidad" y evidenció la necesidad de que las izquierdas organizaran una alternativa electoral.

Actualmente, Ada Colau continúa vinculada a los Comuns con una tarea internacional para combatir a la extrema derecha, especialmente en América Latina. La exalcaldesa ha destacado la importancia de "resistir y volver a tener una propuesta de transformación ambiciosa" y ha advertido que "las élites económicas están más rabiosas que nunca para proteger sus privilegios y tienen a la extrema derecha muy bien financiada". También ha alertado sobre "el ambiente bélico" que, según ella, están promoviendo sectores de la extrema derecha con propuestas como la reintroducción del servicio militar obligatorio.