El verano de 2019 Ada Colau revalidó la alcaldía de Barcelona a pesar de no haber ganado las elecciones. Su investidura fue posible gracias al apoyo imprescindible de Manuel Valls, que optó por entregar sus votos a la líder de los comunes para evitar lo que consideraba uno mal mayor, que era que el independentista Ernest Margall se hiciera con la alcaldía. Dos años después, el socialista Jaume Collboni, socio de Colau en el ayuntamiento, ha reconocido en una entrevista en RTVE que negoció con l'exprimer ministro francés. Ella, sin embargo, ha vuelto a negar haber participado en la operación.
De buena mañana, el primer teniente de alcaldía de Barcelona ha admitido que los votos de Valls "no cayeron del cielo", sino que él tuvo que ver. "Negocié". Collboni ha explicado que el apoyo era "a cambio de un gobierno de coalición con el PSC que obviara y no estuviera condicionado por el procés independentista".
Horas después, durante una comparecencia conjunta tras de una reunión con el president de la Generalitat, Pere Aragonès, Colau no ha podido esquivar la pregunta. Y se ha desmarcado una vez más. "No ha habido nunca ningún acuerdo con el señor Valls para la investidura de BCN, ni mío personal ni el el acuerdo de gobierno. Su influencia a lo largo de estos dos años ha sido inexistente".
¿Candidata en el 2023?
La alcaldesa de Barcelona ha tenido que responder a otra cuestión relacionada con su figura, a raíz de una publicación en ElPeriódico que adelanta que volverá a ser candidata por los comunes a la alcaldía de la capital catalana a las elecciones municipales de 2023. "El titular me ha sorprendido", ha señalado, porque, según ha afirmado, en ningún momento ha "dicho esto en ningún sitio". Que Colau volviera a ser candidata por Barcelona chocaría con la promesa de no perpetrarse en el cargo.
Cuando culmine su segundo mandato, el año 2023, habrá estado ocho al frente del ayuntamiento. Entró el año 2015 y ya ha visto desfilar hasta cuatro presidentes de la Generalitat. Cuando aterrizó en la otra lado de la plaza Sant Jaume había Mas, después vinieron Puigdemont y Torra y ahora, Aragonès.