La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha asegurado que no ha hecho ningún acuerdo con el ex-primer ministro francés, Manuel Valls, y defensa que este escenario era "imprevisible" a pesar de asumir "contradicciones" para llegar a la alcaldía.

La líder de BComú ha reivindicado en una entrevista en Rac1 que "no ha mentido" y que en ningún caso se había imaginado ser investida con sus votos. En este sentido, Colau ha reivindicado que Valls no ha condicionado su posición política ni lo hará. "No me gusta que Valls se me haya hecho alcaldesa", ha asegurado.

Colau también ha reconocido que la sesión de investidura no fue "exactamente feliz" porque en el Salón de Cien había concentradas "muchas situaciones de excepcionalidad". "Muchas de las cosas brutales que que hemos vivido estos cuatro años estaban representadas simbólicamente", ha dicho en referencia a la presencia de Joaquim Forn como preso político. "Creo que hice lo que tenía que hacer y mi organización también", ha explicado Colau.

La alcaldesa ha criticado con dureza el primer discurso del jefe de la oposición, Ernest Maragall, después de ganar las elecciones y ha reconocido que la relación entre ellos dos "es mejorable". "En muchos nos decepcionó que pusiera por delante el acuerdo independentista y que diera por hecho un pacto con Junts per Catalunya antes de hablar de ciudad", ha dicho.

 

También ha lamentado que Maragall le haya acusado reiteradamente de "carcelera" durante la campaña para explorar un acuerdo con el PSC y ha criticado que en otros municipios ERC sí que pudiera pactar con los socialistas pero a Barcelona fuera "inconcebible y alta traición". También ha recordado al republicano que él en el pasado fue "aparato" del PSC.

"Seguramente este será mi último mandato"

Colau está "casi convencida" de que este será su último mandato porque dice que no ha venido a alargarse en la política. Ahora bien, la líder de los comunes ha defendido que las políticas de su grupo municipal necesitan 4 años más para consolidarse y que "para hacer eso lo mejor es hacerlo desde la alcaldía."

En la entrevista, la alcaldesa ha admitido que se ha planteado dejar la política los últimos días, porque han sido unas semanas "muy difíciles" con unos lenguajes "muy duros" por parte de ERC. Colau se ha emocionado al hablar de los sacrificios personales que ha hecho y el año alejado de sus hijos y ha tenido que detener un momento la conversación.

En todo caso, ha lamentado que lo acusen de aferrarse a la silla" cuándo Ernest Maragall lleva "más de 40 años ocupando cargos". También ha criticado el "doble discurso" de ERC sobre los pactos con el PSC, y ha añadido que le hubiera gustado que hubieran consultado sus bases sobre un acuerdo con BComú y PSC.

Lazo amarillo

Sobre el gobierno con el PSC, Colau ha dicho que todavía no han empezado ni a hablar, y ha recordado que en el pasado mandato ya gobernaron dejando a banda la cuestión nacional. Por eso, ha opinado que el tema del lazo amarillo no tiene que ser ahora ningún problema entre ellos. 

Sobre la negociación de la Diputación de Barcelona, ha deseado que haya un tripartito de izquierdas, pero ha recordado que ERC y el PSC tienen más protagonismo en este caso porque han tenido mejores resultados.