La exalcaldesa de Barcelona Ada Colau se muestra "optimista" sobre la posibilidad de conseguir un acuerdo con Junts para investir a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno y reeditar la coalición de gobierno de la última legislatura: "Creo que Junts sí que es consciente de lo que ha votado Catalunya, a favor de un gobierno progresista y de parar la extrema derecha, antes que cualquier otra consideración", en referencia a los resultados electorales de las generales del 23-J en Catalunya, con PSC y Sumar-En Comú Podem siendo las dos fuerzas más votadas —estos últimos seguidos muy de cerca por ERC—. "Como fuerza de obediencia catalana que es Junts, estoy convencida de que sabrá escuchar estos resultados de la ciudadanía de Catalunya. Es perfectamente posible que lleguemos a un acuerdo", ha afirmado.
En una entrevista con EFE, la líder de Barcelona En Comú ha instado a Junts y ERC a afrontar la negociación para la investidura de Sánchez sin establecer "líneas rojas" ni "soluciones mágicas" para Catalunya, sino pensando en aprovechar esta "gran oportunidad para desencallar la agenda catalana". Según la líder de Barcelona En Común, "es una oportunidad" para avanzar en "esta agenda eternamente pendiente, que no pasa solo por lo que plantean las fuerzas independentistas", sino también para el "traspaso de Rodalies, la mejora de la financiación o el blindaje del catalán", así como para "culminar el camino de la desjudicialización" del procés.
Diálogo para "un gobierno progresista estable"
Colau se ha mostrado "muy orgullosa de que Catalunya haya sido "decisiva para parar un gobierno central de derecha y extrema derecha" en España, aunque ahora "hay que trabajar para que se concrete esta voluntad" de frenar PP y Vox y se pueda formar "un gobierno progresista estable". Colau, una de las líderes del espacio de los comunes en Catalunya, dentro de la candidatura de Sumar liderada por Yolanda Díaz, ha reconocido que los resultados de las elecciones generales del 23 de julio han sido "muy ajustados", de manera que ahora hará falta "mucho diálogo, mucha prudencia, mucho reconocimiento." Pero está convencida que se abren "grandes oportunidades", ya que "las fuerzas catalanas, no solo Junts, somos decisivas para esta investidura y para el próximo mandato", especialmente Sumar-En Comú Podem, destaca, segunda formación más votada el 23-J en Catalunya, detrás del PSC.
Según su opinión, "no tiene sentido" plantear la negociación en términos de "o todo o nada", sino que, con los resultados que ha obtenido, Junts tiene que calcular "cómo puede avanzar el máximo posible en sus objetivos y su programa". "Cualquier formación política que se presenta a las elecciones sabe que, si no consigues la mayoría absoluta, tienes que negociar con tus votos para conseguir el máximo posible de tus objetivos y programa. En eso consiste la democracia", ha remarcado. Para Colau, "lo que es bonito de la democracia es que siempre hay margen", porque "se basa en el diálogo entre diferentes, a buscar puntos en común y negociar para poder avanzar", sin que "una parte se imponga a la otra".
"Estudiar" el acuerdo de claridad
Después de que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, volviera a poner sobre la mesa su propuesta de "acuerdo de claridad" para fijar las reglas de un referéndum e instara a Pedro Sánchez a mover ficha en la negociación, Colau ha dicho que, en una sociedad plural, "las soluciones hace falta construirlas de forma conjunta". "El acuerdo de claridad es una de las propuestas a estudiar y que puede ayudar a encontrar soluciones, pero no nos tenemos que limitar a un solo concepto", ha puntualizado Colau, que ha asegurado que los comunes fueron "los primeros en situar el acuerdo de claridad como una de las posibilidades a explorar" para resolver el conflicto.
Para Colau, hay que huir de las "soluciones fetiche" que pretenden presentarse como "el gran desatascador". "No tienen sentido los conceptos que hemos escuchado demasiadas veces en los últimos años, como líneas rojas o soluciones mágicas. No existen las soluciones mágicas. Y las líneas rojas es un concepto que tenemos que erradicar de nuestro lenguaje democrático", ha añadido. Según su opinión, hay que ir hacia "una nueva etapa política en que haya menos ruido, menos polarización, menos líneas rojas", donde no haya que utilizar "conceptos como coraje o venganza".