La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha afirmado que no pondrá en peligro "a la institución ni a un solo funcionario que pueda hallarse en una situación de riesgo o de compromiso". Lo ha dicho en una entrevista en El Periódico.
"Si hay inseguridad o incertidumbre, jamás pediré a ningún funcionario público que se ponga en una situación comprometida", ha añadido, y ha insistido en que el Govern debe dar los detalles de cómo será el referéndum y de qué garantías tendrá, ya que ve difícil que pueda haberlas todas dado que la votación está prevista para dentro de tres meses y aún no se ha convocado formalmente.
"De hecho, la última noticia que tenemos es que ha quedado desierto el concurso para la compra de urnas, lo que no da mucha confianza", ha sentenciado. Sobre el impacto del 1-O en Barcelona, ha defendido que "en ningún caso" los distintos posicionamientos de BComú y el PSC, con quien gobierna, ante el referéndum afectarán la estabilidad del ejecutivo municipal.
"El referéndum no es sencillo"
Colau ha asegurado que el objetivo de un referéndum sobre la independencia de Catalunya no es sencillo y ha pedido al independentismo que se asuma la complejidad de lograrlo: "Hay objetivos difíciles que necesitan más tiempo del que querrías".
"JxSí tienen prisa porque no han cumplido su compromiso electoral de proclamar la independencia en 18 meses", considera Colau, que añade que el soberanismo no tiene que esperar a que cambien las mayorías parlamentarias en el Congreso para exigir ejercer su derecho.
Así, recuerda el cambio ocurrido con la llegada de más diputados a la cámara baja que defienden el referéndum, con la irrupción de Podemos, y también con las alcaldías logradas por los llamados "alcaldes del cambio" en varias capitales del Estado: "Queda mucho camino por recorrer pero el debate abierto en España sobre el proceso constituyente es el mejor aliado de Catalunya".