La alcaldesa del ayuntamiento de Barcelona, Ada Colau, ha tildado "de antigua Convergència y Unió" al partido que representa al president Torra, a quien define por el nombre y no por el cargo, para cargar contra él: "Quim Torra no podrá liderar el diálogo ni la cohesión: ignora a todos los catalanes no independentistas".
En declaraciones a Ràdio 4, considera que después de esta pandemia el gobierno actual no puede sacar adelante las políticas sociales que se necesitan y por eso pide celebrar elecciones cuanto antes, mejor: "Hay demasiados temas donde la Generalitat no gobierna porque su único eje es el independentismo".
Aunque el gobierno que critica Colau también incluye Esquerra, la alcaldesa los desmarca: "ERC tiene que decidir qué modelo de país quiere y qué eje prioriza: el social o el independentista". Está convencida de que la vía unilateral se ha acabado pero no puede olvidar que si los comunes tienen intenciones de gobernar conjuntamente con los republicanos, esta vía es la que ahora llevan: "No me gusta la palabra tripartito pero sí la etiqueta de fuerzas progresistas". A pesar de que por etiquetas, la que claramente cita: "Es un error dividir el país entre independentistas y no independentistas".
Pide investigar la gestión de las residencias, no las municipales
La alcaldesa se muestra realmente preocupada por la situación actual y tilda de "muy grave" el govern catalán: "Nadie espera que gobierne". Todo al contrario de cómo define el gobierno español, dónde también está la formación que representa, Unida-Podemos: "La oposición ha utilizado a los muertos para lanzarlos a la cabeza del gobierno". Sobre la gestión del coronavirus pide explicaciones a la Generalitat: "Las residencias de personas mayores se tendrán que investigar con calma, han sido un fracaso rotundo". En este punto, hay que recordar que algunas de ellas son de titularidad municipal. A modo de ejemplo, en Barcelona hay cuatro.
La otra cara de la moneda son las criaturas. Colau ha reiterado que se tiene que pedir "disculpas" a todos ellos y ha comparado la manera de pasar estos meses cerrados en casa pontificando qué es mejor o peor: "Con el confinamiento el mundo se ha dividido en dos: los que estaban en soledad y tenían tiempo para leer y los que tenemos criaturas y vives en un piso del Eixample, con las limitaciones que hay, y no sabes qué hacer". En este último grupo es donde se incluye la misma Colau, también en el de víctima en las redes sociales: "No podemos permitir las prácticas de linchamiento a twitter, sobre todo en mujeres visibles".
¿Hacia dónde va Barcelona?
La periodista Gemma Nierga le ha trasladado la inseguridad que la ciudadanía percibe en el transporte público. Inseguridad entendida en el ámbito sanitario y de las medidas de protección para evitar más contagiados por coronavirus. La alcaldesa ha reiterado que el Ayuntamiento trabaja para que este medio de transporte "sea 100% seguro" y aunque no cierra las puertas en las motos y los coches sí avisa de que sus restricciones todavía irán a más.
El otro tema que Barcelona tiene sobre la mesa es el modelo turístico. Colau ha echado pelotas fuera y ha recordado que este tema "ya era cuestionado antes de la pandemia". No obstante, el replanteamiento urge. En una ciudad de 1,6 millones de habitantes, recibe la visita anual de 28M. Genera el 9% del ocupación y representa un 12% del PIB. Con estas cifras, replantear cómo afrontar una crisis económica y sanitaria mundial tiene más sentido que nunca.