En los cines Girona de Barcelona, a ritmo de rock jive, se ha presentado la candidatura de En Comú Podem para las elecciones generales del 20D. La enésima confluencia de las izquierdas con vínculos con fuerzas políticas españolas se ha presentado en sociedad. Pero esta vez, y a la vista del batacazo de Catalunya Sí que es Pot, la "confluencia" tiene nombre y apellidos propios: Ada Colau.

Esta vez, la alcaldesa de Barcelona se ha arremangado y aprovechará toda la potencia de fuego de imagen –que sobrepasa incluso a la del mismo candidato, Xavier Domènech– para obtener el 20D un resultado electoral que conjure los malos augurios que le pronostican las encuestas. Colauismo, pues, para Madrid.

Colau ha pensado y dirigido una candidatura que construye en equilibrio complicado con ICV, EiUA, Barcelona en Comú y Podemos. Han acompañado a Domènech en el acto Marta Sibina –pareja del diputado de CSQP, Albano Dante Fachín–, Josep Vendrell, secretario de organización de los ecosocialistas y Joan Mena, exdiputado de EUiA. Todos han pasado lista. También han asistido el jefe de filas de CSQP en el Parlament, Lluís Rabell, y la coordinadora de ICV, Dolors Camats. Y Colau, que sentada justo al lado de Domènech, ha dejado bien claro a quien pertenece el copyright de la candidatura.

Derecho a decidir, la bandera

Antes de la presentación, el cabeza de lista del acuerdo de izquierdas ha querido insistir en que su formación irá a Madrid a defender el derecho a decidir. "Tenemos que desbloquear de una vez el referéndum a fin de que Catalunya decida su futuro político", ha apuntado Domènech.

Para hacerlo, el candidato asegura que las fuerzas aliadas en Madrid como Podem o Izquierda Unida también defienden la consulta. Por otra parte, Domènech ha enfatizado que los diputados de En Comú Podem tendrán una "estricta obediencia catalana" y sus decisiones se tomarán en Catalunya.

Contra los neoliberales

Asimismo la confluencia piensa presentar su programa como la oposición más firme a las políticas "neoliberales" aplicadas para superar la crisis. Domènech quiere personificar la nueva formación como el muro en defensa de los derechos sociales afectados por los recortes en enseñanza, salud o bienestar.