Ha sido una Santa Úrsula de gran nivel, con una colla Vella pletórica y triunfante, que mantiene su reinado, y una colla Joves, eficaz y resolutiva, que conserva su condición entre las grandes. Una diada con un marcado tono reivindicativo ante las agresiones que vive el país, de larga de duración por el exceso de intentos y peus desmontados, con demasiadas caídas (cinco) y emocionando hasta el último momento, con los dos grupos dando el máximo. En el Portal Nou ha habido celebración por una actuación que, según la manera de valorarla, podría ser la mejor de su historia, y en el carrer del Gassó ha habido satisfacción y convencimiento de que están en el buen camino y eso puede ir más.

La Santa Úrsula de 2017 deja un 4de9 sense folre descargado, un 4de10 con folre i manilles cargado y dos 2de8 sense folre también cargados. También ha ofrecido un pilar de 8 con folre i manilles y un 3de9 con folre. De las cinco construcciones de gama extra alzadas a la plaça del Blat, cuatro han tenido color rosado, un dato que ilustra la potencia de la colla Vella y la diferencia que actualmente ejerce sobre la colla Joves.

La suerte de la moneda este año recibía más atención que nunca. Los dos grupos tenían programado salir de 2de8 sense folre, pero depende de cómo fuera el primer castell de la actuación podía condicionar el resto de la diada. El sorteo se ha hecho en la primera planta del Ayuntamiento –el año pasado ya se trasladó a este espacio más neutral, en lugar del vestíbulo de la Casa Consistorial, que es territorio rosado. El conseller Jordi Turull –que junto con el conseller Carles Mundó– ha estado en el balcón del Ayuntamiento para seguir la diada ha tirado la moneda con unos expectantes Albert Martínez, cap de colla de la Vella, y Francesc Ramon, cap de colla de la Joves, y ante la atenta mirada del alcalde, Albert Batet, que ha ejercido de anfitrión de este mágico momento que es el prólogo de la diada, donde las miradas, la emoción y las ganas muestran el orgullo que implica ser miembro dels Xiquets de Valls.

A la 1 en punto, Albert Batet –flanqueado por los caps de colla y presidentes de las dos colles– ha leído un manifiesto desde el balcón del Ayuntamiento reclamando el respeto a las instituciones catalanas y la libertad de los presos políticos Jordi Cuixart y Jordi Sánchez. Acto seguido, las dos colles han alzado un pilar de cinc cada una de donde han descolgado una bandera que clamaba "Democràcia". El canto de Els Segadors y gritos de "Independència" han inundado la plaza a continuación.

El 2de8 sense folre de la Vella ha subido firme, pero con un punto de nervios sobrepasados, que se hacía latente en las piernas de algunos de los componentes del tronco. Se ha cargado con notable suficiencia y conservando medidas, pero con una electricidad constante que lo ha acabado sentenciando a la salida del aixecador. Sabor agridulce, ya que los rosados aspiraban a descargar el frágil castell después de haberlo hecho dos veces al ensayo en los últimos días. Es la sexta vez que la Vella corona el 2de8sf, que todavía no ha completado en plaza.

La Joves ha mantenido el guión y ha salido también de 2de8sf. Tampoco tenían mucho más margen: los dos descargados este año avalaban su apuesta, pero la limitación de gama lo obligaba. Esta vez, sin embargo, el 2 no ha subido con la misma firmeza que los tres alcanzados esta temporada y se ha roto –castigado y con posiciones perdiéndose– cuando el enxaneta estaba dando el último paso. Ha faltado medio segundo. De hecho, castellers, aficionados y medios han tenido que recurrir a las imágenes televisivas para certificar que la construcción no se había cargado. Con una castellera del tronco tocada, la Joves ha optado por hacer el 3de9f.

La segunda ronda ha empezado con una inmensidad en el lado derecho de la plaça: la Vella ha vuelto a sacar el 4de10 con folre i manilles, el castell que completaron en la misma diada del año pasado y que hace dos semanas descargaron en Reus. Después de desmontar dos peus por medidas incorrectas, el tercero ha ido arriba sin tener la cuadratura necesaria: había dos renglones donde los quarts ya no llegaban cómodamente a coger pierna. Pero, con convicción y determinación, el castell ha ido subiendo y subiendo hasta que se ha cargado en medio de un fuerte estallido de la plaça. Cuando los xiquets empezaban a bajar la construcción, sin embargo, estaba sentenciada y ha acabado cediendo: el desgaste había sido máximo y las medidas ya no eran recuperables. Dos rondas, dos castells extraordinarios... pero los dos sólo cargados.

A su vez, la colla Joves se ha enfrentado con un reto de primer nivel: el 3de9 amb folre y el pilar, una construcción inédita para las dos colles y, por lo tanto, nunca vista en la plaça del Blat. En un primer intento, el castell se ha desmontado entrando los dosos. La construcción se había castigado enseguida y si hubiera continuado difícilmente hubiera llegado a buen fin. En un segundo intento ha subido mejor, pero con los dosos colocados ha vuelto a desmontarse, aunque esta vez ofrecía mejores prestaciones. Ronda en blanc (y en la primera, un 3de9 amb folre). Máxima presión para los del carrer Gassó.

La tercera ronda ha ofrecido los dos mejores momentos de la diada. Aunque ya pasaban de las 3 de la tarde, lo que se ha vivido en esta ronda ha acabado de decidir la diada y ha repartido sonrisas –aunque de nivel y dimensión diferente– a los dos lados de la plaça. La Vella ha plantado un espectacular 4de9 sense folre, que ha subido con decisión y que se ha descargado con plena autoridad en un ejercicio de maestría y potencia. La descarregada –tranquila, segura y estable– ha desembocado en un estallido inmenso de gozo entre sus castellers y buena parte de la afición. Castells en estado puro.

El 4de9 sense folre de la colla Vella

La Joves ha vuelto con su arma más determinante –y al mismo tiempo más segura. Si quería salir de plaça con satisfacción debía hacer el 2de8 sense folre en tercera ronda. De hecho, lo tenía que descargar, ya que el 3de9f de primera ronda era un plata de nivel insuficiente para lo que quería ofrecer. A pesar de haber cambiado una quint, el castell ha subido sólido y se ha cargado con plenas garantías y posibilidades de llegar al final. Cuando el aixecador se disponía a bajar se ha roto, pero ello no ha impedido repartir una moderada satisfacción entre sus componentes. Plantar cuatro 2de8sf –dos descargados– en una temporada es un balance espléndido. Y esta es la parte de la valoración a la que se han aferrado sus componentes.

La ronda de pilars también ha tenido una clara ventaja rosada: la Vella ha descargado el suyo, mientras que la Joves ha caído en el momento de los pasos finales. Alegría –inmensa alegría– entre los castellers de la Vella y satisfacción –moderada– entre los de la Joves.

La exhibición de los rosados es la mejor de su historia, si se cuentan las cuatro construcciones. Sin embargo, como en los castells no hay reglas escritas, lo mejor en este caso es que cada uno haga su lectura y valoración. Sea como sea, lo que ha ofrecido la Vella –tres castillos de la gama extraordinaria y el pilar más alto– es caviar para los más exigentes. Una delicia.

La diada ha sido larga: más de tres horas, en este caso, no tanto por el sistema de rondas de Valls, sino por el exceso de peus desmontados, intentos e intentos desmontados. Cuando se llevan a plaça castells de esta envergadura, la paciencia es un requisito indispensable. Lo que también ha demostrado la actuación de hoy es que empezar a las 12.30h es posible, incluso sin tener que hacer muchos retoques en el programa de fiestas: a las 12.27h se ha hecho el lanzamiento de la moneda y todo estaba a punto.

Revista Castells