El 27 de septiembre de 2012, en un restaurante de Madrid, se encontraron José Manuel Villarejo, excomisario de policía, Eugenio Pino, exdirector adjunto de la Policía (DAO) y Agustín Linares, referente en el Cuerpo Nacional de la Policía y mentor de Villarejo. En aquella comida, nació el germen que evolucionó hasta convertirse en la Operación Catalunya.
A través de nuevas grabaciones de Villarejo que ha publicado El Mundo, han visto la luz los detalles de cómo empezó la Operación Catalunya. Aquella comida, los tres implicados hablaron sobre su preocupación por el escenario político en Catalunya. Hay que recordar que al fin y al cabo sucede después del primer 11 de septiembre en que se vivió una manifestación masiva convocada por la Asamblea Nacional de Catalunya (ANC). Además, poco antes también había habido una reunión fallida entre Mariano Rajoy y Artur Mas. De todo eso y más hablan los tres integrantes del encuentro siendo grabados.
Bajo la atenta escucha de una grabadora, los tres plantean hacer algo ante los cambios políticos en Catalunya y la supuesta "indefensión" del Gobierno. Empieza así el "Proyecto Barna", que acabaría siendo la Operación Catalunya. ¿Pero cuáles fueron los primeros pasos? Desde esta comida se empiezan a generar informes y organizar encuentros con otros actores voluntarios a sumarse a la lucha contra el procés.
CiU, en el punto de mira
Poco después de la primera comida, el 10 de octubre de aquel mismo año, Pino encarga formalmente apretar a CiU. El partido estaba en el punto de mira de los implicados. En la conversación que tuvieron Villarejo, Linares y Pino apuntan que el problema "político" es culpa de "Mas" y "Pujol". Los tres lamentan que el entonces el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, hubiera nombrado al comisario José Luis Olivera como nuevo director del Centro de Inteligencia, relevándolo de la Unidad de Delitos Económicos y Financieros (UDEF), ya que desde allí llevaba las investigaciones de los Pujol, Convergència Democràtica de Catalunya y el Caso Palau. Según los presentes afirman que Olivera los tenía "trincados por los huevos", por eso no entienden que lo apartara de la UDEF.
También hablan a grandes rasgos de lo que quieren los políticos catalanes. Consideran que lo que quieren es quedar impunes por el caso Palau y otros casos. También creen que Mas quiere "cuidarse de espantos" y ponen el ejemplo del "loco de Ibarretxe", quien acabó fuera.
Una victoria independentista
Los tres hombres se muestran convencidos de que el independentismo ganaría un referéndum. "Los catalanes son muy suyos", apunta Pino. También coinciden en el hecho de que a pesar de ganar un referéndum, eso no llevaría a Catalunya el dinero que se queda España. Los tres hablan de la posibilidad de que el movimiento independentista acabe consiguiendo las mismas ventajas autonómicas que Euskadi.