El eurodiputado y conseller en el exilio Toni Comín ha asegurado que el acto del día 29 de febrero en Perpinyà, en el cual participarán los eurodiputados Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí, se celebrará con todas las garantías.
La prefectura de los Pirineos Orientales ha puesto una serie de condiciones —que se respete el principio de libertad de manifestación o que se organice un dispositivo de seguridad y movilidad suficiente para atender a miles de personas— que el Consell per la República dice que se cumplen. "Son demandas exigentes pero nos parecen razonables y coherentes" ha dicho Comín en una entrevista en Ràdio Arrels este viernes por la mañana.
El acto de Perpinyà no se asimila como "una libertad plena", pero permitirá a los eurodiputados "volver a casa", ha definido Comín. Para él, el próximo sábado 29 significará "el inicio del retorno". Ha apuntado que el exilio los ha querido anular políticamente pero vuelven a la frontera española "con una política más viva que nunca".
"Un Estado que no escucha"
El mensaje que quiere dar el Consell per la República en esta jornada se divide en cuatro factores. El primero es un agradecimiento a la Catalunya Nord por facilitarlo. Comín ha apuntado que los últimos años se ha vivido un "redescubrimiento del territorio norcatalán" y el procés para construir la república "ha fortalecido los lazos". El eurodiputado ha recordado que gracias a la Catalunya Nord "se pudo celebrar el referéndum del 1-O" y ha aplaudido la gestión del ayuntamiento de Perpinyà.
La segunda cuestión que reivindicará el acto de Perpinyà será que durante más de dos años de exilio los eurodiputados han tenido "victorias judiciales que se tienen que celebrar". En este sentido, y como tercer factor, Comín ha apuntado que el Consell per la República ha asumido durante este tiempo que se tiene que trabajar por el mandato que se inició el 1-O y que con las urnas no es suficiente. "El mensaje del acto es preparémonos", dice Comín, "para afrontar pacíficamente un Estado que no escucha". Por último, para Comín el acto de Perpinyà será la constatación de que "ya podemos volver", y que "aunque no se trata de una libertad plena, podremos pisar tierra catalana".