Los consellers Meritxell Serret, Lluís Puig y Toni Comín han estado poco más de un cuarto de hora en las dependencias del tribunal belga de primera instancia que deberá decidir sobre las órdenes de detención y entrega emitidas por el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que investiga los sucesos relacionados con el proceso soberanista. Han llegado a la Cámara del Consejo en una audiencia a puerta cerrada minutos antes de las 9 de la mañana.
La vista ha quedado aplazada porque Bélgica ha pedido más información a España para seguir estudiando la petición de extradición y ha aplazado la vista para el miércoles 16 de mayo. Así lo ha anunciado el abogado de los tres consellers Paul Bekaert en declaraciones a los medios escasos veinte minutos después de la hora prevista de la audiencia prevista para este miércoles.
Los consellers que permanecen en Bélgica fueron puestos en libertad con medidas cautelares por el juez de instrucción que les tomó declaración hace dos semanas. En concreto, ninguno de los tres puede abandonar Bélgica y deben ponerse en disposición de las autoridades belgas cuando éstas lo requieran. De los tres, Comín es el único al que Llarena ha procesado por un delito de rebelión, además del de malversación de caudales públicos. Serret y Puig, por su parte, han sido reclamados por delitos de desobediencia y malversación.
Esta primera comparecencia ante la Cámara del Consejo tiene carácter "preliminar", según señalaron fuentes judiciales, por lo que no se espera que el juez encargado del caso tome este miércoles la decisión de entregar o no a los tres políticos catalanes a la justicia española