El comisario europeo de comercio, el irlandés Phil Hogan, ha dimitido después de que se ha conocido que asistió a una cena de gala en un club de golf de su país, con 80 personas, que incumplía las normas sanitarias. La actitud de Hogan ha dejado en evidencia al ministro de Sanidad, Salvador Illa, que el lunes asistió a la cena VIPS de Madrid, organizado por el diario El Español, al que asistieron también 80 personas, en este caso de la vida política y social de la capital española.
En Irlanda y en España están prohibidos los encuentros de más de 6 personas, salvando algunas excepciones. Y tanto la cena de gala irlandesa como la de Madrid originaron por este motivo una monumental polémica. La reacción de Hogan y la de Illa, sin embargo, han sido contrapuestas.
El comisario europeo ha afirmado que no ha incumplido ninguna ley, pero ha presentado la dimisión. "Sé el impacto devastador que ha tenido el coronavirus para las personas y las familias, y entiendo que se oigan heridos y se indignen si ven que aquellos que tienen un cargo público no están cumpliendo las medidas establecidas", ha explicado.
La presidenta de la Comisión europea, Ursula von der Leyen, ha dado las gracias a Hogan por su "incansable trabajo" y ha dicho que respeta su decisión.
Salvador Illa, en cambio, se ha limitado a indicar que "tienen la razón los ciudadanos", cuando critican la cena VIP, pero no ha dimitido. También ha justificado que sólo fue en parte a la celebración, porque se marchó después de la entrega de un premio al ejército español por su actividad contra la Covid.
"Los ciudadanos tienen la razón, incluso cumpliendo todas las normas". "Es mejor evitar estos actos", ha insistido Illa. Y pelota hacia delante.
A la cena VIP asistieron en total cuatro ministros, así como los líderes del PP, Pablo Casado, y de Cs, Inés Arrimadas.