José Manuel Villarejo se ha salvado de una de las muchas causas judiciales que tiene abiertas. El juzgado número 8 de Madrid ha absuelto al excomisario de los delitos de injurias y denuncia falsa de los que había sido acusado por parte de Félix Sanz Roldán, exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). En la vista oral, celebrada hace unos días, declaró la examante del rey Corina Larssen, que acusó al CNI de amenazarla bajo las órdenes del rey emérito Juan Carlos I.

Se trata del juicio contra Villarejo por presuntos delitos de calumnias y denuncia falsa contra Félix Sanz Roldán. El detonante de la denuncia fue una entrevista del excomisario en el programa Salvados de Jordi Évole. Villarejo dijo entonces que Sanz Roldán había amenazado personalmente a la examante del Rey. Durante la vista, que se celebró después de que se hubiera aplazado hasta en cuatro ocasiones, Corinna Larsen confirmó la tesis del excomisario, diciendo que se sintió amenazada por la inteligencia española con varios episodios "aterradores".

 

La Fiscalía le pedía un año de prisión e inhabilitación y el CNI le pedía dos años de privación de libertad, pero el juez ha absuelto al excomisario de los delitos de los que se le acusaba. Es la primera sentencia sobre José Manuel Villarejo. No obstante, todavía se encuentra en la cárcel de Estremera (Madrid) en el marco de la causa que tiene abierta en la Audiencia Nacional por presuntamente dirigir una organización criminal.

La sentencia no es firme. Se puede recurrir ante la Audiencia Provincial de Madrid.

Corinna avala la versión

En su declaración como testigo, Corinna Larsen avaló la tesis de la defensa. "Cada vez que no estaba de acuerdo con algo que él pedía, se sentía frustrado, y me avisaba de que podría haber consecuencias", declaró la empresaria en referencia al exdirector del CNI. Relató varios episodios "aterradores", entre ellos el encuentro que mantuvo el 5 de mayo del 2012 en Londres con Sanz Roldán. Fue entonces cuando él le habría dicho que, si no seguía sus recomendaciones, no podría garantizar su seguridad ni la de sus hijos. La examante del rey emérito también aseguró que el exdirector del CNI le dijo que las órdenes venían de arriba: del entonces rey Juan Carlos I.

Después de relatar todos estos episodios, Corinna Larsen insistió en que se sintió "aterrorizada". Si no lo puso en conocimiento de la justicia, justificó, fue porque temía que esta "hostilidad" de la inteligencia española fuera a más. También constató que habría sido inútil, por la inmunidad de la que disfrutaban tanto el director del CNI como el rey Juan Carlos I.