La Comisión Europea ha resuelto ignorar la petición de cuatro eurodiputados (un independiente,dos de Cs y uno del PP) y mantendrá a la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y a la entidad Sobirania i Justícia (SiJ) en el Registro de Transparencia del Parlamento Europeo y la Comisión, la lista oficial de entidades y lobbies que pueden relacionarse con las instituciones europeas. El vicepresidente de la Comisión, el holandés Frans Timmermans, en una contundente respuesta, dice que la exclusión sólo es posible "en caso de que [la ANC y SiJ] fueran declaradas ilegales" por algún Estado miembro.
Timmermans recuerda a los peticionarios que "la Comisión no tiene constancia de ninguna decisión jurisdiccional de las autoridades españolas que declare la ilegalidad" de la ANC o de SiJ y, por tanto, no puede pasar por encima de la decisión del Estado español.
La iniciativa de las demandas de exclusión es del eurodiputado madrileño Enrique Calvet (ex UPyD y ahora cercano a Cs). A ella se sumaron María Teresa Giménez Barbat y Javier Nart (Cs), y también Santiago Fisas (PP), los tres catalanes.
Según Calvet, la ANC y SiJ no podían formar parte del registro oficial de lobbies europeos porque promueven la separación de una parte del Estado español y eso "incumple los tratados europeos".
En su respuesta, el vicepresidente europeo explica didácticamente que el Registro de Transparencia tiene como objetivo dar a los ciudadanos y grupos de interés la posibilidad de rastrear las actividades y la posible influencia de los grupos de presión. También proporciona información detallada a políticos y funcionarios sobre aquellos que se ponen en contacto para influir en el proceso de toma de decisiones. La inscripción de una organización en el Registro no le otorga ningún privilegio "y no puede considerarse que exprese la postura de la Comisión sobre los objetivos de la organización" en cuestión.
La Comisión también recuerda a los diputados que "no es su función expresar una posición sobre las cuestiones de organización interna relacionadas con la orden constitucional de los estados miembros", en este caso España. Esta misma razón es a menudo usada por partidos y entidades unionistas para destacar que la UE no considera el procés catalán más que como un asunto interno del Estado español. Ahora se les ha vuelto en contra.
La presidenta de Sobirania i Justícia, Isabel-Helena Martí, ha considerado que de la decisión se desprende que "promover la independencia de Catalunya no vulnera los tratados de la Unión Europea". La Comisión, añade, "no sólo deniega la posibilidad de expulsión de las dos organizaciones independentistas del Registro sino que, además, otorga carta de naturaleza a su actividad fundacional. Nos tenemos que felicitar. Que la democracia prevalezca, aunque sea sólo hacia el norte, es siempre una buena noticia".
¿Quién es Enrique Calvet?
El promotor de la exclusión, Enrique Calvet, es licenciado en Literatura y Físicas por las universidades Complutense de Madrid y Tolosa. Ha trabajado en el área de recursos humanos y relaciones internacionales en varias empresas públicas. Entre 1986 y 1991 fue miembro del Comité Económico y Social Europeo, órgano al cual volvió del 2003 en el 2005.
Calvet fue militante del PSP de Tierno Galván y del PSOE entre 1968 y 2005; pasó a Cs entre 2006 y 2009, año que fue a parar a UPyD. En noviembre del 2014, en plena crisis de este partido, relevó al eurodiputado crítico Francisco Sosa Wagner.
Enemistado con la lideresa Rosa Díez, esta lo echó del partido, haciendo público que se había gastado 7.475,36 euros en su primer cuatrimestre en Bruselas. Aquel invierno fue un periodo de poca actividad parlamentaria: ocho plenos de día entero y tres de medio día. El mismo Calvet había hecho públicas esas cifras, que justificó como "gastos de representación: organización de reuniones, comidas y restaurantes". Calvet abandonó entonces UPyD y se incorporó como independiente a ALDE, el grupo del Europarlamento que reúne a partidos liberales y al que está adscrito Cs y también el PDeCAT.