Las presiones europeas para llegar a un acuerdo sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) siguen aumentando. Este miércoles, la Comisión Europea ha presentado un informe del ejecutivo comunitario que analiza la salud democrática del Estado con una evaluación de los riesgos para el estado de derecho, donde se destaca la situación del CGPJ. El documento tildaría de "insostenible" y "anómala" la situación.
En el nuevo informe, Bruselas considera que el desbloqueo de la renovación del CGPJ tiene que ser "un objetivo prioritario" y que se tiene que poner en marcha "inmediatamente" después la revisión del sistema de elección de sus miembros. Es la tercera vez que la Comisión hace un estudio del sistema judicial, la corrupción y la libertad de prensa en cada uno de los estados miembros de la Unión. En esta tercera edición, vuelve a sacar resultados muy similares y, una vez más, no se hace ninguna referencia a las causas catalanas.
Desde la Comisión se ha subrayado en el informe que "adaptar" el sistema de designación a los "estándares europeos", demanda similar a la que presentaron las dos mayores asociaciones de jueces hace unas semanas. El Ejecutivo europeo pide que al menos la mitad de los miembros sean designados por los mismos jueces y las entidades apostaban por su totalidad.
Todo llega el mismo día que el Congreso de Diputados se dispone a decidir si empieza este miércoles a tramitar la reforma de la Ley orgánica del Poder Judicial a propuesta del grupo socialista. Antes de llegar a la cámara, esta reforma ya ha levantado polvareda entre el PSOE y el PP.
Sin acuerdo
El pasado lunes y después de espantarse mutuamente durante tiempo, los socialistas y los populares se reunieron para tratar la renovación del CGPJ. Una vez más las negociaciones entre el PP y el PSOE no dieron su fruto. Salieron del encuentro sin acuerdos e intercambiándose reproches. Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, y Esteban González Pons, vicesecretario general institucional del PP, mantuvieron una reunión que solo se alargó tres cuartos de hora en el Congreso de los Diputados.
A la salida de la reunión, cada partido tenía una versión diferente de lo que había sucedido. "Feijóo y Casado tienen la misma voluntad de bloqueo", afirmaron desde las filas socialistas, que solo unos días antes habían afirmado que el PP es incapaz de asumir responsabilidades. Para los populares, la reforma que impulsan este miércoles en el Congreso los socialistas era y es "una línea roja". Así, que el lunes simplemente se alargó la agonía de la renovación de este órgano.