La Diputació Permanent del Parlament de Catalunya ha confirmado este miércoles que el pleno de investidura será este jueves a las 10 h. Después de que el presidente de la cámara catalana, Josep Rull, hiciera una ronda de consultas con los grupos parlamentarios para constatar que el primer secretario del PSC y candidato a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, cuenta con una mayoría suficiente para ser investido, el pleno empezará este jueves por la mañana, pero con la incógnita de cómo puede afectar al retorno del president en el exilio, Carles Puigdemont. ¿Ante este escenario, cómo puede influir en el desarrollo de la sesión plenaria una posible detención del líder de Junts, que ya ha convocado a todo el mundo independentista en el paseo Lluís Companys de Barcelona para ser recibido después de 7 años?

🔴 Retorno de Puigdemont para la investidura de Salvador Illa, DIRECTO
 

El caso es que Junts per Catalunya, Esquerra Republicana y los Comuns han planteado ya un aplazamiento o suspensión del pleno, en caso de que Puigdemont sea detenido. Aunque desde las filas juntaires apuntan que el objetivo del president en el exilio es llegar al Parlament como un diputado más y actuar como jefe de la oposición, los Mossos d'Esquadra ya tienen un dispositivo preparado para detenerlo. Ante este escenario, primero de todo se tiene que entender la diferencia entre un aplazamiento y una suspensión del pleno.

¿Aplazamiento o suspensión?

En los dos casos la decisión recae de forma unilateral en el president del Parlament, aunque lo puede pactar con los otros grupos parlamentarios. En todo caso, un aplazamiento del pleno se lleva a cabo antes de que se haya iniciado. En los últimos años, hemos encontrado dos ejemplos: los debates de investidura en el 2018 de Carles Puigdemont y Jordi Sánchez ante la represión de la justicia. En estos dos casos, el entonces presidente del Parlament, Roger Torrent, los aplazó sine die, una fórmula que puede aplicar el actual president de la cámara catalana. En el caso de la investidura fallida de Carles Puigdemont en enero del 2018, el líder de Junts aseguraba que tenía la fórmula para ser investido y, posteriormente, venir al Parlament de Catalunya. Sin embargo, las dudas jurídicas de hacer una investidura a distancia de Roger Torrent le hicieron aplazar el pleno y presentar alegaciones ante el Tribunal Constitucional. Con todo, la intención de Torrent fue la de volver a celebrar aquel pleno de investidura una vez se garantizara un debate "sin injerencias y efectivo". Sin embargo, aquel pleno no se celebró nunca y acabó con la investidura de Quim Torra como nuevo president de la Generalitat.

En todo caso, para que Rull pueda aplazar el pleno, la detención de Puigdemont tendría que ser antes del debate de investidura. En cambio, la suspensión se produce una vez ya ha empezado este. El reglamento especifica que en llenos ordinarios, como máximo, se puede suspender 30 minutos en caso "de disturbio" o de "desobediencia obstinada" de un diputado. En el caso específico de los debates de investidura, la normativa apunta que se puede parar un máximo de 24 horas después de la intervención del candidato. De hecho, el president del Parlament ha planteado durante la Diputació Permanent de este miércoles la suspensión del pleno de investidura una vez acabe la intervención de Salvador Illa con el objetivo que los grupos parlamentarios se preparen las respuestas y hacer toda la investidura en un solo día. Sin embargo, ha resaltado que sería una medida pactada con el resto de grupos, y es que hasta ahora Rull ha tomado las decisiones con una actitud de consenso con el resto de grupos políticos. Un ejemplo es la convocatoria del pleno del Parlament para este jueves.

El rol de la Diputació Permanent y la reanudación de la investidura

Rull cogerá protagonismo por la decisión que pueda tomar en caso de que haya la detención de Puigdemont. Podrá aplazar o suspender el pleno fijando una nueva fecha, o sin hacerlo. En todo caso, la fecha límite será el 26 de agosto, que es cuando acaba el plazo para evitar una repetición electoral. De hecho, si no lo acaba haciendo Rull, el resto de grupos parlamentarios pueden obligar a fijar una nueva fecha de investidura a través de la Diputació Permanent, y es que, PSC, ERC y Comuns tienen mayoría. Solo con que dos partidos lo pidan, ya tendrá que haber una votación.

El objetivo de los grupos mayoritarios, asimismo, es trabajar a través del consenso, aunque los partidos que votarán "sí" a la investidura de Salvador Illa quieren evitar que una investidura se celebre más allá del puente del 15 de agosto. Sobre todo porque la Diputació Permanent dejaría de tener el rol que tiene actualmente velar por el funcionamiento de la cámara entre sesiones. Por lo tanto, en caso de aplazamiento del pleno, este se podría celebrar a principios de la semana que viene.