Se sienten "huérfanos". Después del rumbo que ha empezado a tomar el partido, los soberanistas de Catalunya en Comú han dado un golpe sobre la mesa. El objetivo es el de "enderezar el rumbo" de la formación y "recuperar los valores fundaciones del espacio". Es por este motivo que han constituido una nueva plataforma, Sobiranistes, que plantará cara ante los últimos movimientos internos que han llevado al sector más próximo a las tesis de ICV, y más beligerante con el independentismo, a ganar terreno en los órganos de dirección. A falta de poder dentro de la organización, personalidades como Elisenda Alamany o Joan Josep Nuet han dado un paso adelante.

Justamente contra los partidos apuntó Alamany en una rueda de prensa posterior al acto de presentación de la iniciativa. "Hay actores que no han sido lo bastante generosos", criticó. "E ICV ha sido uno de los obstáculos", denunció sin ambages. El diagnóstico que hizo es que "la herramienta ha dejado de funcionar, se ha desviado del proyecto inicial".

"La obligación de alguien que ve que la herramienta ya no funciona es enderezar el rumbo y dotarnos de nuevas y mejores herramientas", defendió la portavoz en el Parlament, que apeló a los "grandes consensos" del 1-O y el 3-O. El diputado Joan Josep Nuet recordó que el proyecto político nació de la voluntad de defender "todas las soberanías", también la "soberanía como pueblo para decidir libremente el futuro de Catalunya".

La presentación de la plataforma este martes en Barcelona ha sido un toque de atención: están y no se dan por vencidos. Algunos de los principales rostros de los comunes se han dejado ver: la exalcaldesa de Badalona Dolors Sabater, la concejala en Barcelona Mercedes Vidal o el miembro de la ejecutiva Marc Parés. Por el contrario, los coordinadores generales, entre ellos la alcaldesa Ada Colau, han rechazado la invitación.

El aparato ya ha respondido. La misma noche, el partido enviaba una carta a la militancia donde denunciaban que el manifiesto se ha elaborado "de forma poco transparente, al margen de los espacios de debate y de participación del espacio político". Y replicaban: "En ningún caso puede afirmarse que se ha dejado de reivindicar el soberanismo".

La actual guerra interna de los comunes no se explica sin el proceso de renovación de la dirección del partido, que tuvo lugar el pasado junio. Pero la pugna se mantiene y sigue dejando víctimas. La última ha sido Marc Grau, situado dentro del sector soberanista, que fue cesado este lunes como coordinador del grupo parlamentario por "pérdida de la confianza". Grau también asistió al acto de presentación.

La marcha de Domènech

La gota que hizo colmar el vaso fue la triple renuncia de Xavier Domènech ahora hace un mes: como coordinador general de Catalunya en Común, como presidente del grupo parlamentario y como secretario general de Podem. El conocido como "arquitecto de los comunes" era el elemento cohesionador de un espacio político complejo, a menudo en guerra.

Tras la marcha de Domènech había un agotamiento personal, pero también político. El antiguo líder de los comunes se situaba justamente en el espacio soberanista, junto con Elisenda Alamany y Joan Josep Nuet. Pero el otro sector, al entorno de ICV y una parte de la dirección de Barcelona en Comú, le echó un pulso después de los malos resultados de las elecciones del 21-D. Domènech tuvo que lidiar con la guerra fratricida.

Foto: Sergi Alcàzar

Las diferencias son estratégicas: mientras los primeros creen que hay que tejer alianzas con el independentismo, los segundos defienden que hay que alejarse de él. Aunque se revistió como una solución de consenso, ya durante el proceso de renovación de la dirección de junio hubo una batalla que se saldó con algunas víctimas, como la entonces portavoz, Elisenda Alamany, que no acabó formando parte de la candidatura.

Ahora, después de irse, la escogida para sustituir a Domènech al frente del grupo parlamentario ha sido la valenciana Jèssica Albiach, antes secretaria general de Podem y mujer de la máxima confianza de la alcaldesa Ada Colau.

La nueva dirección de Catalunya en Comú también se ha decantado hacia ICV. Junto con Ada Colau, los coordinadores generales son la alcaldesa de Castelldefels y militante de ICV, Candela López, y el concejal de Vilafranca en Comú, Ramon Arnabat. El portavoz es Joan Mena, miembro de EUiA pero crítico con su propia dirección. Los soberanistas no quedaron nada satisfechos. Los miembros de Desbordem no participaron ni en la votación.

Arrinconamiento

No solamente los sectores más próximos a ICV se han hecho con más espacio en la dirección, sino que los críticos han sido arrinconados. Es el caso de Elisenda Alamany, que nunca ha escondido que es independentista, hecho que la ha convertido en el rostro del sector soberanista para muchos dentro del espacio político. Alamany también era una de las personas de máxima confianza de Domènech.

Desde la marcha de Domènech, la crisis de los comunes se ha personificado justamente en la figura de Alamany. Sus críticos la acusan de "dejadez de funciones" en el Parlament y la acusan de no asistir a las reuniones de grupo, según publicó La Vanguardia. Por su parte, según el diario Ara, el entorno de la portavoz acusa a ICV de "marginarla" para que acabe dejando el cargo.

El cese de Marc Grau como coordinador del grupo parlamentario es un golpe para la representante soberanista de los comunes. Grau era su mano derecha, una de sus personas de máxima confianza.

Foto: Sergi Alcàzar

Segunda parte de CSQP

Los problemas vienen de lejos, desde el nacimiento mismo del espacio político. En Catalunya en Comú se está repitiendo lo que ya pasó con su predecesor en el Parlament, Catalunya Sí Que Es Pot. Las cuotas de partido y las pugnas internas marcaron el día a día del grupo parlamentario. En aquel momento, la batalla se personalizó en dos personas con visiones bien contrapuestas, el secretario general de Podem, Albano Dante Fachin, y el miembro de ICV Joan Coscubiela. El traslado de Xavier Domènech del Congreso de Diputados a la Cámara catalana buscaba en parte solucionar este problema. Ahora el elemento cohesionador ya no está.

Durante los famosos plenos del 6 y 7 de septiembre, se produjo una de las escenas más sintomáticas. El grupo implosionó en pleno debate sobre la ley del referéndum. Fachin pidió dividirse el tiempo de intervención, para expresar los diferentes matices, pero Coscubiela se opuso. Eso provocó que los diputados de Podem y el secretario de la Mesa, Joan Josep Nuet –que respondió a gritos desde su lugar en la Mesa–, abandonaran el hemiciclo. Fachin pudo hablar después de que la cupera Anna Gabriel le cediera parte de su tiempo. "Nos vemos el 1 de octubre", proclamó.