Dolorosa y determinante derrota para el Govern. El pulso de los comunes por el Hard Rock se ha mantenido hasta el final y lo han certificado con la aprobación de las enmiendas a la totalidad a los presupuestos. El proyecto de las cuentas para el 2024, que solo contaba con el apoyo del PSC, ha decaído y el ejecutivo catalán tendrá que mantener prorrogados los de 2023. El Parlament ha aprobado tumbar las cuentas con 68 votos a favor (Junts per Catalunya, Vox, la CUP, los comunes, Ciutadans, el Partido Popular y el diputado no adscrito Antonio Gallego) y 67 votos en contra (del PSC, Esquerra Republicana y Cristina Casol). Con este revés, la legislatura se adentra en un futuro incierto, sin que sea descartable un adelanto electoral. Otra consecuencia podría ser el voto en contra de los republicanos a los presupuestos del Estado.

La sesión plenaria, que ha arrancado a las 9 de la mañana, lo ha hecho ya con un panorama que se avistaba irreversible para el Govern. La última oferta presentada a los comunes, que incluía estudiar una moratoria a los macroproyectos que consumen más de 100 litros por persona mientras haya sequía, ha sido declinada por los de Albiach por "insuficiente" y porque esta medida no incluiría el Hard Rock, el principal elefante en la habitación que ha marcado la negociación entre ambas partes y que ha torpedeado un acuerdo. Fuentes de los comunes también apuntaban que el ejecutivo se había mostrado abierto a hacer cambios para revertir los beneficios fiscales al centro recreativo de Vila-seca y Salou, pero que al mismo tiempo les habían transmitido que el PSC no lo aceptaría y que, por lo tanto, la mayoría para mantener la tramitación parlamentaria de las cuentas tampoco podía prosperar.

El president Pere Aragonès, durante el debate de presupuestos / Foto: Irene Vilà.

Fuego abierto del Govern contra Junts y los comunes

El pleno ha arrancado con un clima que hacía pensar que se estaba celebrando más bien un debate de política general que una sesión sobre presupuestos. La consellera de Economia i Hisenda, Natàlia Mas, ha disparado contra Junts y los comunes por no dar apoyo a unos presupuestos "expansivos". A Junts, Mas les ha atribuido la responsabilidad de "hacer descarrilar" los presupuestos por exponer "líneas rojas o condiciones inviables". Específicamente, ha hecho alusión a la petición de los juntaires de eliminar el impuesto de sucesiones: "Creo que su voluntad nunca ha sido sincera, plantear 1.200 millones de euros en rebajas fiscales es no tener rigor en los planteamientos". Con respecto a los comunes, los ha acusado de "incoherencia y electoralismo", porque sostiene que han preferido "ignorar que este martes no se vota sobre un casino". "No me cansaré de repetir que no hay ni un euro destinado al Hard Rock, han ignorado que en 2022 votaron unos presupuestos que sí que tenían un proyecto por el casino, de 120 millones de euros", ha señalado. En este sentido, ha lamentado que los grupos parlamentarios no hayan considerado que "pasarán muchos años hasta que Catalunya pueda volver a tener un crecimiento anual como el que prevén las cuentas de este año".

La consellera Natàlia Mas, durante su intervención en el pleno / Foto: Irene Vilà.

La última oferta de Junts con aviso: "O hacen una propuesta seria o elecciones"

Durante la defensa de la enmienda a la totalidad, Albert Batet ha hecho un duro diagnóstico de la situación de Catalunya, que asegura que "va peor" con el actual Govern. En esta línea, los juntaires han entregado al president de la Generalitat, Pere Aragonès, una última oferta para negociar su apoyo a los presupuestos: "Ante la grave situación, le reiteramos nuestra predisposición para pactar los presupuestos, por responsabilidad, para enderezar el rumbo del Govern y para que la situación no sea cada vez más insostenible". La propuesta incorporaba medidas en fiscalidad —destaca el hecho de que ya no pedían que la bonificación del impuesto de sucesiones fuera del 99%—, lengua, educación, equilibrio territorial y planes para la desburocratización. No obstante, Batet ha señalado el camino de las elecciones anticipadas a Aragonès: "Si no hay una propuesta clara y sólida de presupuestos, al Govern le corresponde convocar comicios. President, por un mínimo de patriotismo, tendría que rectificar e ir a elecciones".

Albert Batet, presidente del grupo parlamentario de Junts / Foto: Irene Vilà.

La rectificación que los comunes han exigido a Aragonès por el Hard Rock

Con todo el mundo pendiente de los comunes, la encargada de defender la enmienda a la totalidad ha sido su líder, Jéssica Albiach, que lo ha hecho advirtiendo que el partido la eliminaría si el president Aragonès anuncia en público que para el proyecto del Hard Rock. "Todavía es posible y depende de usted", le ha dicho al jefe del ejecutivo, a quien le ha reprochado reiteradamente una falta de liderazgo. "La frase que hemos escuchado más veces durante la negociación ha sido 'esto el PSC' no lo acepta", ha reprochado Albiach a ERC, asegurando que en lugar de debatir la totalidad de los presupuestos lo que se estaba planteando en el pleno del Parlament de este miércoles era si en Catalunya "manda ERC o manda el PSC". También ha lamentado que se haya intentado ligar los presupuestos catalanes con los españoles (el gobierno de coalición del cual los comunes forman parte necesitan a los siete diputados de ERC para aprobar sus cuentas), asegurando que ni a ella ni a su partido les dice alguien desde Madrid qué tienen que votar en Catalunya.

Desde la CUP, que después del pacto entre el Govern y el PSC decidió abandonar la negociación y presentar una enmienda a la totalidad, ha vuelto a recriminar a Aragonès que haya optado por aliarse con los de Salvador Illa. El portavoz cupaire, Xavier Pellicer, ha ido más allá asegurando que el acuerdo con los socialistas hace imposible que el Govern pueda contar también con su apoyo. "Nos duele decirlo, pero no sabemos si el señor de Pedro Sánchez en Catalunya es el señor Illa o usted", ha recriminado Pellicer al president, asegurando que ahora lo que hace falta es "dejar atrás esta legislatura perdida".

Jéssica Albiach y David Cid, en el transcurso del pleno / Foto: Irene Vilà.

Esquerra asegura que Junts "se ha movido hacia la vieja Convergència"

En nombre de ERC ha intervenido su portavoz Marta Vilalta, que ha mencionado los "beneficios" de los presupuestos del Govern que han caído este miércoles en el Parlament, lamentando que sea el proyecto del Hard Rock —"que ni tan solo sabemos si se hará"— lo que haga caer unas cuentas que tendrían efectos reales sobre la ciudadanía. No solo ha criticado la posición de los comunes, sino también de Junts, asegurando que el "movimiento" que el partido ha hecho en las últimas horas, solo sirve para que la formación se mueva más a la derecha, "hacia la vieja Convergència", reclamando reducir el impuesto de sucesiones y sin especificar qué partidas se tendrían que recortar con el dinero que no se ingresaría. De hecho, ha calificado la propuesta de "teatro".

Reunión extraordinaria del Govern tras la derrota

Tras el debate a la totalidad sobre la ley de presupuestos, se tenía que producir el mismo debate sobre el proyecto de ley de medidas fiscales, que se conoce como ley de acompañamiento. Con posterioridad a la votación, el president Aragonès ha solicitado un receso del pleno para reunir al Consell Executiu de forma extraordinaria y formalizar la retirada de esta segunda norma. La reunión empezará a las 16:30 horas y, tras esta, comparecerá Aragonès, un hecho que ha disparado la posibilidad de un adelanto electoral.

La segunda vez que el Parlament tumba un presupuesto

Con la caída de los terceros presupuestos del Govern de Pere Aragonès, se trata de la segunda ocasión que la cámara catalana tumba un proyecto de cuentas. El único proyecto de ley de presupuestos de la Generalitat que hasta ahora había sido derrotado era el del 2016, del Govern del president Carles Puigdemont. Entonces, aquellas cuentas no superaron el debate a la totalidad por el rechazo de la CUP. De esta manera, el actual ejecutivo de Aragonès podría culminar su legislatura con dos presupuestos aprobados: el primero, el de 2022, del conseller Jaume Giró, que se aprobó el 23 de diciembre de 2021 con los votos de Esquerra y Junts y la abstención de los comunes. El segundo salió adelante el 10 de marzo de 2023 con el 'sí' del PSC y los comunes.