Después de unos días de cierto impás por el puente de diciembre, esta semana las negociaciones para los presupuestos de 2023 vuelven a ser la máxima prioridad de los principales partidos. Así lo han evidenciado este lunes los comuns que, en rueda de prensa, han lamentado la falta de resultados que están constatando. El miércoles pasado saltaron las alarmas, cuando la formación advirtió de que solo habían conseguido avances en materia de movilidad y energía, y en cambio ninguna novedad en salud ni vivienda. "La negociación casi no ha avanzado", reprochaban al Govern.
En una línea similar, el portavoz Joan Mena ha sido contundente, advirtiendo a Pere Aragonès de que las negociaciones "cuelgan de un hilo" porque están dispuestos a levantarse de la mesa si el Govern no cumple su principal demanda: mejoras en Salud. "Nosotros no firmaremos ningún acuerdo que dé la espalda a la situación límite en que se encuentra la sanidad catalana", ha avisado Mena, reiterando el mensaje que ya dio este fin de semana Jéssica Albiach. Este es ahora el principal escollo en las negociaciones, y que los comuns han situado como su línea roja. Si no se aumenta hasta el 25% la partida de Salud destinada a la atención primaria y no se mejoran las condiciones laborales de los profesionales, el Govern no podrá contar con los ocho votos de los lilas.
Son pocos en comparación con los 33 del PSC o los 32 de Junts, pero saben que son necesarios para que el ejecutivo pueda abrazar la mayoría absoluta. "No somos suficientes, pero somos imprescindibles", aseguran los comuns. "Y toda la fuerza que tenemos la utilizaremos para mejorar la vida de los catalanes, a diferencia de otros". Unos reproches sin destinatario concreto, pero que han ido dirigidos claramente contra los republicanos. Por si no ha quedado lo bastante claro, Joan Mena ha querido acompañar el dardo con un rebufo. Si no tenemos presupuestos todavía no es por nuestra falta de voluntad, sino de ERC. Son ellos quien no han querido blindar la sanidad pública", ha criticado, mostrándose sorprendido por la actitud de los de Aragonès. Y también críticas contra el PSC por las propuestas que está haciendo en el marco de las negociaciones, como la ampliación del aeropuerto, el Hard Rock y el cuarto cinturón. "Es inaudito que una fuerza política que se hace llamar de izquierdas haga propuestas de hace más de 40 años", ha lanzado, reclamándoles su apoyo en el reclamo por la atención primaria.
Distancia respecto las negociaciones de la malversación
Por otra parte, Joan Mena ha querido desvincular la negociación de los presupuestos de la reforma del Código Penal, precisamente en el momento en que la reforma del delito de malversación con enmiendas está sobre la mesa. Una vez hecha pública la propuesta de ERC al respecto, el portavoz de los comuns ha defendido el planteamiento de Unidas Podemos por tres razones: porque pretende acabar con la reforma del PP de 2015 que penalizaba la consulta del 9N, porque quiere evitar los "puntos ciegos" que podría tener la propuesta de los republicanos, y porque sitúa el nuevo delito del enriquecimiento ilícito por un aumento del patrimonio injustificado. Mena ha explicado que todo ello se está negociando, pero hacia aquella hora han saltado Pablo Echenique y Jaume Asens para marcar distancia con las negociaciones que encauzan PSOE y ERC sobre la malversación, si bien han confirmado que, como que van "en dirección de desjudicializar", no dificultarán su tramitación.