Libertad, democracia e independencia en una mañana de movilizaciones en la plaza Sant Jaume de Barcelona y también en toda Catalunya. Estas han sido las principales reivindicaciones que ha habido en el centro de la capital catalana al punto de las doce del mediodía con la primera concentración del día que ya ha dejado muestras evidentes del descontento de gran parte de la sociedad catalana.
El paro de país, organizado por la Intersindical-CSC, ha recorrido también toda Catalunya para reclamar el fin de la represión y de la excarcelación de los presos políticos: los presidentes de la ANC y Òmnium, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, y el vicepresidente Oriol Junqueras y siete consellers y conselleres del Govern encarcelados en Madrid a raíz de la proclamación de la República catalana. Mientras tanto, el presidente Carles Puigdemont y cuatro consellers y conselleres más están en Bruselas, en libertad vigilada y reclamados por la justicia española.
La movilización organizada por la ANC y Òmnium Cultural delante de las dependencias de la Generalitat de Catalunya y del Ayuntamiento de Barcelona ha sido un éxito, con miles de personas manifestándose pacíficamente. La plaza se ha desbordado de gente con una sola intención: pedir justicia. Los participantes en el paro han empezado a llegar bastante antes del mediodía y ya compartiendo gritos unánimes defendiendo a Catalunya y pidiendo la libertad de los presos políticos.
Las llamamientos han sido variados, pero con una sola idea de fondo. "Las calles serán siempre nuestras", "esta Europa es una vergüenza", "presos políticos, libertad", "nuestro presidente es Puigdemont" o "esto no es democracia, esto es dictadura" han sido algunas de las muchas proclamas que se han oído en una repleta plaza Sant Jaume. Y todo esto, acompañado de los ya habituales gritos pidiendo la independencia de Catalunya.
Una movilización llena de simbolismo y con la cual también se tiene la intención de hacer abrir los ojos a Europa. La población catalana quiere denunciar así la intervención de la autonomía por parte del gobierno central y del encarcelamiento de parte del gobierno catalán.
Exigiendo libertad
Después de leer el manifiesto de la Taula per la Democràcia, donde se defiende la libertad de los presos políticos y recordando que Catalunya es "un país imparable", se ha hecho un llamamiento para la movilización pacífica. En todo momento se ha pedido que los problemas "se resuelvan de manera política" y con "el retorno de la normalidad democrática".
Agustí Alcoberro, vicepresidente de la ANC, ha tomado la palabra en el centro de Barcelona para hacer evidente el rechazo de la situación que vive Catalunya. El dirigente no acepta "la desaparición, en la práctica, del autogobierno" y califica la situación en que se encuentran los presos políticos de "vergonzante" y "humillante".
Marcel Mauri, portavoz de Òmnium, también se ha dirigido a los presentes en la plaza Sant Jaume para afirmar que "somos un país de luchas compartidas". El nuevo líder accidental de la entidad soberanista ha exigido que "el Estado deje de reprimir al pueblo de Catalunya, mientras que ha hecho un nuevo llamamiento para movilizar a la calle y para reivindicar que "somos un pueblo de paz".
Las concentraciones de protesta por la represión del Estado se reproducirán a las 18h delante de los ayuntamientos del país, en el segundo paro general de país convocado después del referéndum del 1 de octubre. La anterior, celebrada el 3 de octubre, tuvo un seguimiento masivo en toda Catalunya.