Giro radical en la comisión de investigación del Congreso de los Diputados sobre el 17-A. En una tarde inédita en la Cámara Baja, ha comparecido uno de los condenados por la Audiencia Nacional por los atentados del 17 de agosto de 2017 y ha hecho la afirmación de más impacto hasta ahora: “El CNI tenía conocimiento de las intenciones que tenía el imam y permitieron que viniera y nos comiera la cabeza”, ha asegurado nada más empezar. “Lo digo ahora y no lo decía por miedo a las represalias o que me pudiera perjudicar, pero ya estoy condenado y no tengo nada que perder”, ha añadido. Posteriormente, a preguntas de los diputados, ha añadido que Mohamed Hichamy (que encabezaba el grupo que atentó en Cambrils, era el conductor del vehículo en el que iban los autores materiales cuando embistieron a una patrulla de los Mossos d’Esquadra y murió abatido en Cambrils), les dijo que, a veces, cuando “quedaban con el imam, les decía que tenían que irse porque venían agentes del CNI”.

 

Es Mohamed Houli Chemlal, que actualmente está cumpliendo la condena en la prisión de Córdoba y que ha comparecido presencialmente en la Carrera de San Jerónimo. Para hacerlo posible, la Cámara Baja ha diseñado un dispositivo y un protocolo de seguridad especial para la ocasión. Lo más relevante es que ha declarado esposado, sentado en una mesa aparte y dando la espalda a la mesa de la comisión. Además, está vigilado por cuatro policías: en la primera fila hay dos policías de paisano y al final de la sala hay dos policías de uniforme que, excepcionalmente, pueden ir armados dentro de la sala.

Durante el turno del diputado de ERC Francesc Marc-Álvaro, ha matizado sus palabras. “Me gustaría que se buscara y se investigara quién dejó que el imán hiciera lo que quisiera y esta es mi intención”, ha justificado. Y ha reconocido que lo que ha hecho ha sido comunicar una “conjetura”. “Si fuera una información, tendría pruebas. Yo quiero que se busquen pruebas. Si supiera quién lo hizo, ya lo habría dicho”, ha añadido. “Cuando Mohamed Hichamy nos dijo que el imán quedaba con agentes, ya había la intención y el imán les hablaba de atentar. Yo llego esta conclusión”, ha reiterado. “Un hombre que estaba en la prisión por narcotráfico de golpe fue imán”, ha remachado. Además, ha asegurado que “nadie” lo ha aconsejado hacer esta revelación. ¿Cómo llegó a la radicalización? “Con el imán. Éramos chicos bien integrados, nunca habíamos llevado problemas a nadie. Vino el imán y pasó eso”. “No sé como explicarlo, pero es así”, ha añadido. Y también le han preguntado qué diría a las víctimas: “Por mucho que les diga, no puedo hacer nada para ellos. Era un chico joven, me comió la cabeza. Y ahora no sería capaz de hacer nada de eso. Nunca he hecho daño a nadie, nunca me he puesto en problemas… dejémoslo así”.

Mohamed Houli terrorista 17 A al Congrés 2   Europa Press
Mohamed Houli llega en la comisión de investigación del Congreso / Foto: Europa Press

Recelos de Sumar y del PSOE, que denuncian que Mohamed Houli se ha querido presentar como una víctima

Durante sus intervenciones, tanto Sumar como el PSOE han rechazado hacer preguntas al compareciente. El diputado de los comunes Eloi Badia ha reprochado a Mohamed Houli que no haya acudido al Congreso a “ayudar a las víctimas ni a ayudar a descubrir la verdad” y que no tenga “ninguna” prueba de lo que ha dicho: “No presenció ninguna conversación, tenía poca relación con Es Satty y solo sabe lo que una persona dijo”. “No vamos a contribuir en su intento de situarse hoy como víctima”, ha concluido. Por parte del PSOE, David Serrada también ha sido muy crítico con las palabras de Houli: “Ha venido a jugarse un triple y le está saliendo bastante mal”. “Parte de la premisa falsa: ha venido a presentarse como víctima cuando las víctimas eran otros”, ha verbalizado. Además, le ha dado “cero credibilidad” y le ha recordado que la comisión de investigación es para “esclarecer los hechos, no para aportar incertidumbre sobre un hecho que está juzgado”.

El PP abandona la comisión y denuncia la “vergüenza” y “falta de dignidad” del Congreso

Antes de la comparecencia, el PP ha protestado por la presencia de Mohamed Houli. El diputado Santi Rodríguez ha reprochado las “limitaciones de la movilidad de los diputados” y los “cotes que supone” su comparecencia presencial. “Esta situación provoca una vergüenza y una falta de dignidad de esta cámara”, ha lamentado. Y ha disparado contra la alianza entre Junts y el PSOE: “Todo este espectáculo se produce para dar satisfacción a aquellos que con sus votos permiten que Pedro Sánchez se mantenga en el Palacio de la Moncloa de forma indigna y a costa de la dignidad de todos los españoles”. “En memoria de las familias y de todas las personas asesinadas vilmente por el terrorismo yihadista o de ETA, los diputados del PP van a abandonar la sala”, ha remachado.

 

Después de la comisión, la diputada Cayetana Álvarez de Toledo ha disparado con dureza contra el PSOE y ha reprobado el “espectáculo degradante” que considera que la comparecencia de Houli ha supuesto para el Congreso y para la democracia: “Es la viva imagen del colapso moral e institucional que Pedro Sánchez está provocando en España con el único objetivo de perpetuarse con la complicidad sumisa de la presidencia de esta cámara”. “Han traído a un terrorista al Congreso para llamar terrorista al estado y llamar asesino al CNI en la sede de la soberanía nacional para dar satisfacción a Junts”, ha concluido.

Fue herido en la explosión de Alcanar y acabó condenado a 43 años de cárcel

Mohamed Houli fue condenado a una pena de 43 años y seis meses de prisión por su participación en el 17-A, aunque fue absuelto de catorce delitos de homicidio en tentativa de carácter terrorista, así como de 34 delitos de lesiones de carácter terrorista y de cinco de lesiones por imprudencia por las que también estaba acusado. Él es el joven que resultó herido en la explosión de la vivienda de Alcanar (donde se prepararon los explosivos para atentar) un día antes del atropello mortal de la Rambla y que precipitó los planes de la célula yihadista. Durante el juicio, se acogió a su derecho a no declarar, aunque mostró arrepentimiento por lo que pasó e insistió en su colaboración con la justicia. La Fiscalía pedía para él una pena de 41 años de prisión (la más alta de los acusados) por los delitos de pertenencia a organización terrorista, tenencia, depósito y fabricación de explosivos y conspiración para cometer estragos terroristas.