Nueva condena con la ley de amnistía por los hechos del procés en tramitación en el Congreso de los Diputados. El juez del Penal1 de Tarragona, David Asensio, ha condenado a un año de prisión a tres de los cuatro jóvenes del Camp de Tarragona, que participaron en las protestas contra la sentencia del Tribunal Supremo, el 15 de octubre de 2019 en la plaza Imperial de Tarragona. Esta condena no implica la entrada a prisión porque es inferior a 2 años de prisión. El juez ha absuelto a uno de ellos porque no se ha acreditado que tirara una piedra contra un agente de la policía catalana. La sentencia no es firme y se puede presentar recurso a la Audiencia de Tarragona.
En la sentencia, comunicada este martes por el TSJC, el magistrado sostiene que queda probado que los tres manifestantes empujaron a tres agentes de los Mossos de Esquadra y los condena por un delito de atentado contra la autoridad y de lesiones leves. Dos de los agentes daños leves: uno cayó al suelo y se hizo daño en un dedo de la mano, y el segundo tuvo contusiones en el hombro y en la muñeca. También les impone las multas de 302 euros y 572 para dos de los jóvenes, y que indemnicen a un agente con 272 euros y al segundo con 77 euros.
Aprovecharse de la manifestación
En la sentencia, el juez recoge el testimonio de los agentes de los Mossos y también de un agente de la policía española, cuerpo que compartía la vigilancia de las protestas independentistas de aquella semana. Además, añade que los tres encausados “actuó con luto” y que “cometió un delito aprovechando el ejercicio de un derecho fundamental”, la manifestación y también sostiene que son conocedores que no se puede acometer contra agentes de las fuerzas policiales.
Comunicado de denuncia
La izquierda Independentista del Camp de Tarragona ha hecho un comunicado, en el cual critica la condena a los tres activistas, bajo el título “Ni un año ni un día! Ninguna represión nos parará”
Añade que la sentencia condena “las legítimas protestas en contra la sentencia del Tribunal Supremo”, que se produjeron en Tarragona y en otras ciudades catalanes el otoño del 2019 y que “avala las cargas policiales”.