El president Carles Puigdemont no tiene condiciones especiales en la prisión de Neumünster, a pesar de tratarse de un preso político, pero sí puede disfrutar del trato de persona en custodia, un grado inferior al de recluso. Puigdemont puede llamar al exterior sin problemas, pero en cambio tiene restringidas las llamadas desde el exterior, según ha informado el diario Kieler Nachrichten, que cita fuentes del ministerio de Justicia.
Con la mediación de un funcionario de la prisión, también tiene derecho a usar una conexión por Skype. Tiene también 2 horas en el mes de visitas autorizadas, sin contar las de los abogados y miembros de la defensa. Pero las celdas tienen sólo entre 7 y 9 metros cuadrados; incluyen cama, escritorio, armario, televisión y lavabo.
Fuentes del ministerio han indicado que Puigdemont ha pedido no tener ningún trato especial. "El mismo señor Puigdemont no quiere un estatuto especial, quiere ser tratado con normalidad", han indicado.