Veinte años después de su creación, Santander acoge a la Conferencia de Presidentes en un momento de plena tensión entre Pedro Sánchez y los presidentes autonómicos. La última cumbre fue en marzo de 2022, hace casi tres años, y todos los líderes autonómicos (la mayoría socialistas) cerraron filas ante la devastación que había causado la erupción volcánica en La Palma. Ahora el contexto es muy distinto. El presidente del Gobierno tendrá delante a once barones del PP en pie de guerra por las alianzas de los socialistas con el independentismo y a Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, una de las voces internas más críticas con su liderazgo. El único aliado que le apoyará lealmente será Salvador Illa, que se estrena en una cita de estas características. Con la máxima de que “Catalunya ha vuelto”, el president de la Generalitat llega a Cantabria para defender la financiación singular y trabajar para renovar y actualizar el sistema de financiación a través de un debate “maduro y sereno” en el que “todo el mundo piense más en el bien común que en los intereses electorales”. En paralelo, la Moncloa aspira a defender su café para todos en materia de financiación y a poner la lupa especialmente en la vivienda.

Lejos de todo esto, el Partido Popular plantará batalla en todos los frentes, con especial virulencia contra el reconocimiento de las singularidades de Catalunya. En Génova, no hay ninguna esperanza de que la Conferencia de Presidentes dé ningún fruto: fuentes de la dirección del PP consultadas por ElNacional.cat esgrimen que Sánchez no tiene ninguna intención de llegar a pactos, ya que “solo busca acuerdos con los independentistas” y no tiene “ninguna capacidad” de lograr un entendimiento con las comunidades autónomas. La cumbre multilateral también supondrá el reencuentro entre Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso, después de que la presidenta madrileña lo plantara en la Moncloa, entre Ayuso e Illa, que hace un mes le lanzó que él también “representa” a España, y entre Sánchez y Carlos Mazón, quince días más tarde que el presidente español pidiera su dimisión por la DANA. Es la primera vez que Mazón sale del País Valencià desde que estalló el temporal que ha causado 223 muertos.

Salvador Illa, el escudero de Pedro Sánchez después de años de hostilidades de presidentes independentistas

El president de la Generalitat será uno de los pocos aliados que tendrá el presidente español. Y estará presente en la cita después de catorce años de presencia intermitente de Catalunya. La última Conferencia de Presidentes fue en marzo de 2022 en la Palma para abordar las consecuencias de la explosión del volcán. El entonces president de la Generalitat, Pere Aragonès, sí que asistió, igual que había hecho en diciembre de 2021 en el Senado en una cumbre que quería abordar medidas sobre la Covid y en la reunión telemática de octubre de 2020, con la participación de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, també alrededor de la pandèmia. Catalunya, por lo tanto, sí que hizo acto de presencia en los tres precedentes inmediatos. Sin embargo, en julio de 2021, en Salamanca, Aragonès plantó a sus homólogos en la que catalogó de “conferencia fake” y aprovechó el día para visitar a Marta Rovira en Ginebra.

Su antecesor, Quim Torra, participó en todas las Conferencias de Presidentes que se celebraron telemáticamente a causa del coronavirus. Asistió a las catorce que hubo entre el 15 de marzo y el 14 de junio de 2020 durante el confinamiento (los líderes autonómicos se citaban con Sánchez cada quince días) y en la de septiembre de 2020, aunque fue muy crítico con el resultado del encuentro. Eso sí, en la única cumbre presencial que hubo durante su mandato, en julio de 2020 en La Rioja, Quim Torra plantó la cita para “no limpiar” la imagen del rey Felipe VI. Previamente, Carles Puigdemont tampoco fue en enero de 2017, pero Artur Mas sí que estuvo en octubre de 2012. Sus antecesores, tanto José Montilla (en 2004 y en 2005) como Pasqual Maragall (en 2007 y en 2009) no faltaron nunca a la cita.

Financiación autonómica: “Negociar bilateralmente y llegar a un acuerdo multilateral”

En la Conferencia de Presidentes de hoy, el Gobierno no quería abordar la financiación autonómica. Intentó, sin éxito, convencer a los barones del PP de que ya existe una mesa para hablar sobre esta carpeta: el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Pero los populares insistieron e hicieron valer su poder territorial para imponer esta cuestión, después de que el pasado verano el PSOE pactara con ERC un modelo de financiación singular para Catalunya a cambio de la investidura de Salvador Illa, un acuerdo que provocó que los barones se alzaran en armas: tanto populares como socialistas. Con el fin de apaciguar las llamas de este incendio, Pedro Sánchez se presentará a la reunión con una propone que diluye el pacto con los republicanos en un café para todos de manual: un sistema de singularidades. Independientemente del pacto de los socialistas con los republicanos, el actual modelo de régimen común del sistema de financiación se aprobó el año 2009 y caducó ya hace una década.

Ahora, para reformar el sistema, y tal como explicaba el presidente del Gobierno este miércoles en una conversación informal con periodistas, su ejecutivo pretende “negociar bilateralmente y llegar a un acuerdo multilateral”. De hecho, en el Congreso Federal de los socialistas celebrado en Sevilla hace un par de semanas, el partido actualizó sus bases ideológicas aguando el acuerdo del PSOE con ERC: las diversas federaciones aprobaron por unanimidad defender un modelo de “singularidades” que compagine la negociación “multilateral” entre autonomías con la “bilateral” entre comunidades y Gobierno y que se dirija, en última instancia, hacia un sistema “federal”. Una de las voces críticas con el posicionamiento de Sánchez sobre la “inadmisible” financiación es la de un sospechoso habitual: Emiliano García-Page. El presidente de Castilla-La Mancha alzó la voz contra la singularidad de Catalunya desde el primer día y reiteró su particular cruzada después de reunirse con el presidente español en la Moncloa. “La riqueza de Catalunya es de todos”, afirmó.

emiliano garcia page - EFE
Pedro Sánchez y Emiliano García-Page, en la Moncloa / Foto: EFE

Por su parte, la consigna del PP es clara desde que a principios de septiembre Alberto Núñez Feijóo reunió a los barones populares para fijar las directrices: los líderes del PP renunciaron “expresamente” a negociar bilateralmente con Sánchez y se comprometieron a que “lo que es de todos se dialogue y se acuerde entre todos”. Pocas semanas más tarde de aquella imagen de unidad, Pedro Sánchez arrancó la ronda de reuniones bilaterales con los presidentes autonómicos. Uno de los temas que sobrevolaba la Moncloa era, precisamente, la financiación autonómica, pero los cantos de sirena del presidente español acabaron en nada. Los barones del PP llegaban allí negándose a abordar la financiación, que se tenía que discutir “únicamente a los foros multilaterales diseñados para eso”: la Conferencia de Presidentes.

Inmigración: con la reforma pendiente de la Ley de Extranjería

La segunda gran carpeta de la Conferencia de Presidentes será la de la inmigración. Y las posiciones entre la Moncloa y el PP continúan muy alejadas. El último ejemplo de este distanciamiento fue hace una semana, el 5 de diciembre. El Gobierno, el PP y las Canarias y Ceuta siguieron sin llegar a un acuerdo para reformar el artículo 35 de la Ley de Extranjería y se limitaron a remitirse a la Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia para abordar el reparto de menores migrantes no acompañados. “No hemos podido alcanzar ningún acuerdo porque el Gobierno no ha traído ninguna propuesta”, lamentó Miguel Tellado, portavoz del PP en el Congreso. Por su parte, el ministro Ángel Víctor Torres reafirmó el compromiso de la Moncloa de “seguir trabajando” en la que considera que es la “única solución”. “Ellos han planteado otros mecanismos, nosotros no nos rendimos a intentar modificar la ley, lo demás son situaciones temporales”, añadió.

Hagamos memoria. Fue en julio cuando el Gobierno presentó en el Congreso de los Diputados una iniciativa para reformar la Ley de Extranjería para obligar a las comunidades autónomas a acoger menores migrantes. Sin embargo, la norma acabó descarrilando en la primera votación por el rechazo de Junts (sumado al del PP y Vox). La líder de los juntaires en Madrid, Míriam Nogueras, denunció que el Gobierno “ha abusado de la solidaridad” de los catalanes y reiteró que Catalunya tenía que quedar fuera del reparto de menores extranjeros.

A día de hoy, fuentes de la dirección del PP se remiten al documento que firmaron Alberto Núñez Feijóo y el presidente de las Canarias, Fernando Clavijo, en septiembre, que cuenta con el aval de todas las comunidades gobernadas por el PP. Esta es la propuesta de que pondrán los barones populares sobre la mesa. “Solo hace falta que Sánchez lo firme”, sostiene una voz de la cúpula de Génova. El documento apuesta para “garantizar que ninguna comunidad autónoma queda excluida de participar en el reparto” de menores extranjeros, exige el compromiso que el Estado “sufrague los recursos extraordinarios” y apuesta por poner a disposición de las comunidades las infraestructuras del Estado “en desuso o cerradas” y concretar un fondo de contingencia.

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Alberto Núñez Feijóo y Fernando Clavijo, después de firmar el pacto migratorio / Foto: EFE

Vivienda: a la espera de más detalles sobre la empresa pública anunciada por Sánchez

La tercera cuestión importante de esta conferencia de presidentes será la vivienda. Se trata de la carpeta que el Gobierno más quiere hacer pública, después de que hace un par de semanas, también en el Congreso Federal del PSOE, Pedro Sánchez anunciara la creación de una empresa pública “capaz de construir y gestionar vivienda”. Se tratará de una transformación de la actual entidad estatal de suelo Sepes. De hecho, el objetivo inicial de la Moncloa era circunscribir la Conferencia a esta cuestión: “La principal tarea serán las políticas de vivienda que tenemos que desplegar todas las administraciones, singularmente las comunidades autónomas”, aseguró Sánchez a finales de julio. Desde Catalunya, hace dos meses, durante el debate de política general en el Parlament, el president Salvador Illa anunció la construcción de 50.000 pisos.

En las últimas semanas, el Gobierno ha manifestado que la vivienda tiene que ser “fundamental” en esta cumbre, ante la crisis que sufren los ciudadanos del Estado español. Al fin y al cabo, todos los partidos políticos reconocen que este problema es una de las grandes preocupaciones de los ciudadanos. También el PP ha colocado este tema entre sus prioridades: Alberto Núñez Feijóo ha insistido que es una competencia autonómica, pero Génova está elaborando una ley específica para movilizar más suelo con el fin de construir más pisos, suprimir trámites burocráticos, establecer deducciones fiscales que favorezcan especialmente a los jóvenes y combatir el okupació.

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Pedro Sánchez y María Jesús Montero, en el Congreso Federal del PSOE en Sevilla / Foto: EFE

Personal sanitario: la fórmula para combatir las listas de espera

Finalmente, varias comunidades autónomas propusieron que se incluyera en el orden del día de la cumbre la falta de personal sanitario ante el incremento continuado de las listas de espera que sufren varios territorios. Fuentes del PP consultadas por ElNacional.cat subrayan que esta es una demanda “absolutamente transversal” para responder a un “problema común de todos” y confían en que la Conferencia de Presidentes aporte alguna solución a esta cuestión. De hecho, en la conferencia de presidentes de 2021, Alberto Núñez Feijóo reclamó como presidente de la Xunta de Galicia una solución ante este problema, entonces todavía más agravado porque era en plena pandemia del coronavirus.