Luz verde a la ley del sólo sí es sí. El Congreso de los Diputados ha aprobado la nueva legislación de garantía integral de la libertad sexual con los votos favorables de todas las formaciones en el hemiciclo, con las excepciones del Partido Popular y Vox, que han votado en contra; y la CUP, que se ha abstenido. Con este paso, la normativa continúa con su tramitación parlamentaria y ahora tendrá que ser el Senado quien apruebe definitivamente esta ley. Entre los aspectos más destacados de la legislación, figura la eliminación de la distinción entre abuso y agresión sexual y deja bien claro que la clave para juzgar los delitos sexuales será si ha habido consentimiento nítido. En paralelo, se amplían las medidas para proporcionar una atención integral a las víctimas de agresiones sexuales.
En su intervención durante el debate de la ley, Irene Montero, ministra de Igualdad, ha sostenido que "la libertad sexual de las mujeres será una realidad a pesar del ruido reaccionario de la extrema derecha, de los agresores y de la justicia patriarcal: les decimos que ellos hacen mucho ruido, pero que demostraremos que las feministas somos más". Montero ha calificado de "muy importante" este paso porque supone materializar que "el sólo sí es sí y el 'hermana, yo sí que te creo' por fin se convierten en una ley". "Cambiamos la violencia por la libertad y el miedo por el deseo", ha manifestado la titular del Ministerio de Igualdad. Para Montero, este jueves "el movimiento feminista ha vuelto a hacer historia, lo teníamos que hacer por todas y cada una de las víctimas, nos lo debíamos a nosotras mismas y, probablemente, sea uno de los derechos más importantes que podemos dejar a nuestras hijas en el presente y en el futuro".
Desde el Partido Popular, la diputada Marta González ha explicado que rechazan el texto porque no es lo que les gustaría y porque "habría que eliminarlo prácticamente de manera completa" ya que parece extraído del "programa electoral de Unidas Podemos". Los populares sostienen que la ley "pone en riesgo la presunción de inocencia", dado que "tendrá que ser el denunciado quien demuestre que en la relación sexual ha habido consentimiento y no a la inversa", así como que desaparezca la distinción entre abuso y violación. Por su parte, Vox también se ha opuesto. La diputada Carla Toscano afirma que es "una pena" que "se tendrá que dejar de escuchar en la calle expresiones como "dime cómo te llamas y te pido para Reyes" o "eso es un cuerpo y no el de la Guardia Civil", que son muestras de ingenio popular".
Disputa con el PSOE
Los socios del Gobierno de coalición han evidenciado sus diferencias en el debate sobre la ley del sólo sí es sí. Laura Berja, diputada del PSOE, ha criticado que la ley "excluya el castigo al proxenetismo" y ha lamentado que su partido se viera forzado la semana pasada a retirar una enmienda que planteaba abolir la prostitución. Ante esta queja, Irene Montero se ha dirigido al Partido Socialista para cargar contra la intervención de Berja que, según su opinión, "no ha reflejado el trabajo enorme" que se ha hecho para elaborar la ley. Pocos minutos después que la ley del sólo sí es sí tirara adelante con una mayoría clara en el Congreso, Carmen Calvo, exvicepresidenta del Gobierno, ha hecho un tuit crítico al respecto: "La ley del sólo sí es sí ha sido la del no para la esclavitud sexual de las mujeres por no abordar ninguna medida contra la prostitución".
Los socialistas sí que han reconocido, sin embargo, que "es una buena ley" en el sentido que da respuesta a las víctimas de violencia sexual y que establece las modificaciones oportunas en el Código Penal a fin de que las mujeres "no tengan que volver a gritar en las calles que no es abuso, es violación". El resto de grupos parlamentarios que han votado favorablemente la normativa arguyen su apoyo porque la ley establece que "la mujer es un bien protegido de primer rango" —ha dicho Pilar Vallugera, de ERC— o porque esta no se reduce "a un eslogan publicitario, sino que protege y mejora la situación de las víctimas" —ha apuntado Sara Giménez, de Ciudadanos—.
La ley incorpora cuatro enmiendas aprobadas en el hemiciclo. Destaca que se declara ilícita toda la publicidad que pueda contribuir a promover la prostitución —hecho por el cual la CUP ha decidido abstenerse— o el reconocimiento del derecho a la residencia y al trabajo de las víctimas de violencia sexual que tengan una situación administrativa irregular. Paralelamente, los menores que cometan delitos sexuales tendrán que hacer programas formativos sobre educación sexual y de igualdad de género y también recibirán ayudas las madres de los menores asesinados por sus parejas o exparejas en tanto que víctimas de violencia vicaria.