Nueva primera piedra para acabar con los efectos más lesivos de la Ley Mordaza. La reforma, pactada entre el PSOE y Bildu y que cuenta con el aval de Sumar, ERC, el PNV y el BNG, ha superado su primer examen parlamentario en el Congreso y empieza ahora una tramitación en la cámara baja que no estará exenta de dificultades. Los republicanos celebran que los socialistas hayan dejado atrás los límites que impusieron en la pasada legislatura y que hizo descarrilar una reivindicación de que se arrastraba desde hacía años, pero Junts alerta de que el nuevo redactado es una “versión light” de la norma para “no hacer enfadar” a los sindicatos policiales y advierte que, sin cambios de fondo, “será muy difícil que la tramitación de la ley llegue a buen puerto”. En la votación de este martes no ha habido sorpresas y la proposición de ley se ha tomado en consideración por 176 votos a favor y 170 votos en contra. El PP y Vox han bramado contra la modificación, el mismo día que los sindicatos policiales, muy críticos con la iniciativa, han protestado en la Carrera de San Jerónimo contra la ley. En la pasada legislatura, hace un año y medio, ERC y Bildu rompieron con el PSOE y Podemos ante la negativa de los dos socios del Gobierno de prohibir las pelotas de goma y de poner punto y final a las devoluciones en caliente en la frontera. Ahora se ha logrado que esto cambie.
Del acuerdo entre el PSOE y sus socios parlamentarios, destacan tres puntos principales. En primer lugar, el compromiso de la “sustitución progresiva” de las actuales pelotas de goma por parte de las Fuerzas de Seguridad. En segundo lugar, el fin de la “discrecionalidad” en la imposición de sanciones administrativas por faltas de respeto a la autoridad y desobediencia, que tendrán que ser “objetivables y justificadas”. Y en tercer lugar, la presentación en un plazo de seis meses de una reforma de la Ley de Extranjería para acabar con las devoluciones en caliente de migrantes en la frontera.
Junts considera que la reforma de la Ley Mordaza es una “versión light” para “no hacer enfadar” a los sindicatos policiales
Durante el debate, Junts ha querido recetar prudencia y ha mostrado sus desconfianzas hacia el redactado actual. El diputado Josep Pagès ha esgrimido que la iniciativa no supone un “replanteamiento democrático de la seguridad ciudadana”, sino una “versión light” de la Ley Mordaza, que “ni reformula, ni todavía menos deroga” los “fundamentos antidemocráticos de la ley aprobada unilateralmente por el PP”. “Se limita a pulir algunos de los aspectos más lesivos con mucha precaución de no hacer enfadar a los sindicatos policiales”, ha lamentado. Los juntaires dejan claro que no aceptarán el “chantaje de la adhesión total o nada” y avisan de las condiciones sin las que “será muy difícil que la tramitación de la ley llegue a buen puerto”. En concreto, Josep Pagès ha listado tres elementos de los que recelan: “Es una propuesta que sigue permitiendo a la policía española disparar bolas de goma, porque solo prevé una sustitución gradual, que sigue permitiendo la criminalización de la protesta democrática trasladando la responsabilidad de las acciones de los manifestantes a los organizadores de las manifestaciones y da pie a un decreto de registros en actividades como hostelería o alquiler de vehículos que supone una intromisión inaceptable en la intimidad de la persona”.
ERC lamenta que haber derogado antes la “desgraciada y lesiva” Ley Mordaza habría evitado “mucho sufrimiento”
Por su parte, ERC ha celebrado que la iniciativa “corrige y pone punto final a un terrible error político que no se tendría que haber aprobado nunca”. El diputado Francesc Marc-Álvaro, que ha tildado la Ley Mordaza de “chapuza jurídica” y “aberración política”, ha estirado al PSOE de las orejas: ha denunciado que hayan hecho falta tres elecciones generales para modificar la norma y ha lamentado que la ley “podría ser mejor”, por ejemplo, si no hubiera “ambigüedad” sobre las pelotas de goma y “se estableciera un tiempo concreto” para su eliminación definitiva. “Tendríamos que haber derogado antes esta desgraciada y lesiva ley, habríamos ahorrado mucho sufrimiento a muchas personas y colectivos que han sido multados, encausados y condenados por una ley impropia, aberrante e indigna,” ha sostenido. Asimismo, ha celebrado que los socialistas hayan accedido a las demandas de los republicanos para acabar con una ley que utilizó el PP para “reforzar el aparato represivo” del Estado contra el independentismo o el 15-M y que “vació la democracia” por su “arbitrariedad y menosprecio a los derechos humanos”.
El PP denuncia que la nueva ley “quita las esposas al delincuente” para “ponérselas al agente de la autoridad”
El PP, claro está, ha sacado toda la artillería para exhibir su oposición radical a la reforma. Miguel Tellado ha afirmado que el objetivo de la ley “no es quitar esa mordaza inexistente”, sino “poner unos grilletes a los servidores públicos encargados de proteger a la ciudadanía y garantizar el orden” y “dar la llave de esos grilletes a los que más han atacado a la ciudadanía y al orden democrático”. El portavoz de los populares en el Congreso ha criticado la “bajeza moral que inspira” una ley que ha relacionado con “el caos, la impunidad, el odio, la vergüenza y el desprecio”. “Quita las esposas al delincuente para ponérselas al agente de la autoridad”, ha añadido. El PP asegura que derogará la reforma si llega al Gobierno y considera que Pedro Sánchez y Fernando Grande-Marlaska ponen en riesgo la “integridad física de los agentes” para “seguir en sus cargos”. “Han puesto vuestra seguridad en manos de vuestros peores enemigos”, ha remachado dirigiéndose a los representantes de los sindicatos policiales que estaban presentes en el hemiciclo.
El PSOE y Sumar celebran poner fin a la ley promovida por el PP
Por parte del PSOE, David Serrada ha sacado pecho de una ley que “permita desarrollar los derechos y no que impida su ejercicio” y que dará un marco jurídico con “más garantías para los policías”. “No van a conseguir parar la aprobación de esta ley: ni caos, ni desarme, ni pacto encapuchado. Esta ley va a ser el fruto de la mayoría de esta cámara y dotará a nuestros ciudadanos de más libertad y más seguridad”, ha proclamado. Además, ha reprochado al PP que se haya “parapetado” detrás de los policías “usándolos contra el Gobierno” y que impulsara en 2015 una ley que entendía el Estado de derecho “basado en el control social” y con unas relaciones entre ciudadanía y poder político con “sometimiento y falta de pensamiento crítico”. Ahora, la reforma servirá, a su parecer, para “no criminalizar el derecho de huelga” y “ampliar el derecho de manifestación”, así como para que los periodistas “puedan desarrollar su trabajo sin trabas”.
En nombre de Sumar, Enrique Santiago ha subrayado que, con la nueva ley, la policía dispondrá de “más mecanismos, más modernizados y más democráticos” para “llevar adelante exitosamente su trabajo de garantizar las libertades públicas” con un “nuevo modelo de seguridad más humana y más orientada a la convivencia”. Para la formación de Yolanda Díaz, acabar con el “recorte de derechos civiles y libertades públicas” es una “urgencia democrática”. “Pedimos a los sindicatos policiales que desarrollen su necesaria tarea reivindicativa, pero de manera que no comprometan la necesaria neutralidad de los servicios policiales y no sean utilizados por la extrema derecha”, ha añadido después de la manifestación que ha tenido lugar esta mañana en las puertas del Congreso.