ERC celebra estos el sábado la última fase del congreso nacional, con la que busca acabar de consolidar su giro estratégico hacia el diálogo, a través de la aprobación de una nueva ponencia política. El texto que se someterá a votación no descarta ninguna vía para llegar a la independencia, eso sí, prioriza la del referendum pactado y relega la vía unilateral a la última de las opciones. No se prevé que la votación presente ningún tipo de turbulencia para la dirección, ya que la mayoría de las enmiendas al texto propuesto por el partido han sido negociadas e incorporadas.
La dirección había propuesto inicialmente un texto en lo que proponía tres vías para llegar a un referéndum de autodeterminación, contemplando también la no pactada, pero finalmente, después de negociar con la militancia, se ha acabado introduciendo un nuevo párrafo en lo que se muestran abiertos a "posibles nuevos escenarios que permitan transitar hacia la independencia por cualquier camino democrático y pacífico". Es decir, escenarios más allá de un referéndum, aunque la palabra "unilateralidad" no aparece.
Más allá de este punto, el texto que tendrán que votar este sábado los más de 1.700 militantes inscritos en el congreso pretende reafirmar la voluntad de la dirección de avanzar hacia una vía negociada con el Estado, una vez visto que la vía unilateral no ha llevado al objetivo deseado y ha provocado una escalada de represión, con el exilio y la prisión como máximos exponentes. El texto propuesto pone como principales objetivos ampliar la base del independentismo, a través de una mejor gobernabilidad y de más políticas públicas en clave republicana, así como también avanzar hacia vías "más amplias", conquistar la "centralidad política" del país y entrar en un proceso de "acumulación de fuerzas".
Cuatro enmiendas vivas y ninguna sobre unilateralidad
La dirección llega al congreso con los deberes hechos. De 475 enmiendas que presentó la militancia al texto inicial, 107 fueron retiradas o rechazadas a las asambleas territoriales y, las restantes, han sido mayoritariamente aceptadas o transaccionadas después de una negociación entre ejecutiva y militantes. En estos momentos, sólo quedan cuatro vivas que se votarán al plenario y, en función de la votación, quedarán rechazadas o aceptadas de facto al texto final saliente. Sólo dos de estas son estrictamente sobre el procés y como llegar a la independencia.
Concretamente, la ponencia propone tres escenarios para llegar al referéndum. El primero, de forma pactada y negociada con el Estado. Aunque el mismo texto reconoce que en estos momentos es "imposible", considera que no se puede "renunciar" ni nunca dejar de levantar la bandera del diálogo". En el segundo escenario se apuesta por, a través de la movilización, la desobediencia civil, la generación de grandes consensos y los avales internacional, conseguir "forzar" al Estado a que no tenga "ninguna otra alternativa" que pactar un referéndum. La tercera vía apuesta para no descartar "nunca la vía de volver a hacerlo", aunque el texto deja claro que la vía ideal sería la primera y la que se ve como más viable, la segunda.
Las dos enmiendas que se votarán en el congreso son sobre la primera vía, la pactada, y tienen como objetivo rebajar la voluntad de diálogo y poner una limitación temporal. En ningún caso, sin embargo, se habla de unilateralidad ni DUI.
En cambio, el texto transaccionado por la dirección sí que ha introducido un nuevo párrafo para dejar más claro que no se reununcía a ninguna vía democrática y pacífica para llegar a la independencia. Concretamente, el texto final dice lo siguiente: "Hay que asumir que el elemento esencial que decantará la concreción de una vía u otra para alcanzar el objetivo de la República Catalana es la correlación de fuerzas con el Estado. Y, en consecuencia, resulta evidente que, atendiendo al hecho de que nunca renunciaremos a nuestros derechos ni en lo que establece la misma legalidad internacional, habrá que estar atentos a posibles nuevos escenarios que nos permitan transitar hacia la independencia por cualquier camino democrático y pacífico".
Un congreso a doble vuelta
La de este sábado será la segunda fase del congreso, después de que el pasado mes de septiembre la militancia ya escogiera la nueva dirección, revalidando Oriol Junqueras y Marta Rovira como líderes, pero reforzándola con una dirección efectiva con Pere Aragonès y Marta Vilalta. En esta segunda vuelta el objetivo es actualizar la ponencia política, que ya se había modificado en la conferencia nacional del 2018 y que ya apostaba por el diálogo, a pesar de ahora reforzarlo, y también se tendrá que votar una reforma de los estatutos.
Hasta 1.700 militantes, los que se han inscrito, están citados en el Auditorio del Fòrum en un congreso en el que no se prevén turbulencias y que llega marcado por la reciente sentencia del TJUE de Luxemburgo sobre la inmunidad de Junqueras y de las negociaciones de investidura en el Estado con el PSOE, actualmente congeladas.