La Mesa del Congreso ha aprobado este lunes con los votos mayoritarios de PP y Ciutadans excluir la enmienda del PSOE para sortear el veto del Senado a los objetivos de déficit público. Así lo han informado fuentes del órgano de gobierno de la Cámara Baja después de analizar los recursos de amparo presentados por PP y Ciutadans contra la admisión a trámite a la Mesa de la Comisión de Justicia de esta polémica enmienda.
El PSOE había introducido a una ley de medidas contra la violencia doméstica una enmienda con el objetivo de aprobar por la vía directa la reforma de la ley de Estabilidad. Una maniobra que había avalado hasta ahora la Mesa de la Comisión de Justicia (donde PSOE, Podemos y los grupos nacionalistas tienen mayoría) y que eliminaba la capacidad de veto irreversible del Senado (donde el PP tiene mayoría absoluta) en la senda de déficit, pieza clave de los presupuestos generales del Estado para el 2019.
El 'no' de la Mesa, por cinco votos a cuatro, dificulta todavía más la tramitación de los presupuestos del gobierno de Sánchez, que tiene que sumar ahora la demora en el calendario a la falta de apoyos para aprobarlos. PSOE y Podemos han avanzado su intención de llevar la cuestión al Tribunal Constitucional.
Los socialistas pretendían con esta maniobra esquivar la capacidad de veto irreversible del Senado en la senda de estabilidad, una potestad que el PP había introducir a la ley en el 2012 y que impedía –contrariamente a lo que pasa al resto de leyes- que el Senado tuviera la última palabra a la hora de aprobar la figura más importante de los presupuestos.
El PSOE presentó una iniciativa al Congreso para reformar esta Ley de Estabilidad por la vía rápida y en lectura única, pero PP y Cs lo impidieron y obligaron a los socialistas a tramitar la ley por la vía ordinaria –y lenta- hecho que retrasaría la tramitación de los presupuestos.
Guerra de argumentos jurídicos
La vía ordinaria para hacer la reforma superó el primer filtro la semana pasada, cuando el Congreso admitió a trámite el texto, pero paralelamente el PSOE activó el mecanismo que se ha puesto en marcha en otras ocasiones: introducir la reforma a través de una enmienda a otra ley, en este caso una ley de medidas contra la violencia de género.
El gobierno español y el PSOE, de una lado, y el PP y Cs, de la otra, iniciaron entonces una guerra de argumentos jurídicos que los llevaron a presentar precedentes en uno y otro sentido, y que puso en contradicción la decisión de la Mesa de la Comisión de Justicia, que avaló el procedimiento, en la Mesa del Congreso, que lo ha rechazado.
Incluso puso en escaque la figura de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, a quien PSOE y Podemos han acusado de actuar con criterios de partido y que este lunes ha asegurado que el suyo es un organismo "independiente". Pastor ha rechazado pedir informe a los letrados del Congreso argumentando que la cuestión estaba clara.
Finalmente este lunes la Mesa ha decidido excluir la enmienda para la reforma de la Ley de Estabilidad de la tramitación de la Ley de medidas contra la violencia de género. Lo ha hecho donante la razón en el PP y en Cs, que consideran que se vulneraba el reglamento de la cámara porque se trataba de una modificación que no tenía nada que ver con el contenido de la ley.
PSOE y Podemos, por su parte, mantienen que la Mesa del Congreso no tiene la potestad de modificar una decisión de la Mesa de una comisión –en este caso la de Justicia-, mientras que el PP y Cs argumentan que la jurisprudencia del Tribunal Constitucional impide la tramitación de la enmienda en otra ley.