La referencia que se hace a la lengua en los documentos del próximo congreso del PSC y el cuestionamiento que se desprende del modelo de inmersión lingüística en la enseñanza ha dado pie a múltiples enmiendas en el debate congresual del partido, que se tendrá que cerrar en la cumbre que los socialistas catalanes celebrarán del 13 y al 15 de diciembre.
Las enmiendas a los documentos congresuales que hoy ha hecho públicas el PSC, como conclusión del debat en el territorio y las sectoriales del partido, muestran casi una cuarentena de propuestas de cambios, supresiones o añadidos dentro de los tres párrafos que dedica la ponencia programática al tema de la lengua. El interés por la lengua supera incluso a las enmiendas que ha generado la apuesta federalista del partido y, en particular, el reconocimiento de Catalunya como nación, que ha provocado 8 enmiendas.
El texto de la ponencia abre la puerta a cuestionar el modelo de inmersión, que se basa en mantener el catalán como lengua vehicular en la enseñanza, y advierte que el PSC convertirá la diversidad lingüística en un activo y que lo hará "defendiendo el catalán y el castellano a través de un modelo plurilingüe con la flexibilización que la realidad sociolingüística presente en nuestro país exige".
Dos enmiendas, de Hospitalet Sud y Girona proponen suprimir el párrafo de la polémica, o la parte en que plantea flexibilizar al modelo lingüístico. Las Juventudes del partido (JSC) y la agrupación de Castelldefels proponen añadir el compromiso que el PSC seguirá "defendiendo la inmersión lingüística, el modelo que ha garantizado el éxito y la coexistencia de las dos lenguas en nuestro país, siendo una apuesta de la libertad, la igualdad y la cohesión social". Una agrupación de Barcelona plantea aclarar que esta apuesta por la flexibilización no irá en "detrimento de seguir promoviendo el uso del catalán como lengua vehicular".
También la agrupación del Eixample de Barcelona plantea añadir la apuesta por "una educación pública inclusiva en que el catalán sea lengua vehicular". "Las actuaciones para mejorar la convivencia y evitar la división social son políticas de igualdad y no cambios en las políticas lingüísticas que han demostrado su eficacia", advierte esta agrupación que pide defender un modelo educativo "que no separe a los niños y niñas en razón de lengua". "Es un éxito histórico de la izquierda en el debate de ley de normalización lingüística. Es un criterio que hay que preservar", remacha.
También Castellar del Vallès advierte que la flexibilización del modelo se tiene que hacer sin renunciar a la condición del catalán como lengua propia y su papel como "lengua vehicular prioritaria".
Desde la agrupación de Reus se insta a hacer de la diversidad lingüística un activo, implementar con normalidad la política lingüística, "evitando la confrontación interesada, desde los diferentes niveles de gobierno del Estado, de acuerdo con las competencias y responsabilidades de cada uno".
Desde Granollers se defiende, como "siempre", afirma, "el modelo de inmersión lingüística en el marco de una escuela integradora y cohesionada, que hermane lenguas, culturas, en un único modelo lingüístico con el catalán como lengua vehicular pero que garantice el aprendizaje plurilingüe".
La agrupación de Tarragona propone sustituir, allí donde el documento congresual apuesta por un modelo plurilingüe, a un modelo "de inmersión lingüística".
Más en sintonía con el texto congresual que propone la dirección del partido se muestra la enmienda de la sectorial de Cultura que apuesta también por la "flexibilización del modelo inmersivo, de manera que pueda aplicarse, en la lengua y en el grado que cada centro determine, en función de la realidad sociolingüística y de las necesidades pedagógicas de cada población escolar, con la finalidad que el alumnado al acabar la enseñanza obligatoria, domine el catalán, el castellano y el inglés".
Una enmienda presentada por la agrupación llamada Rojos apunta la versión más contundente a favor de la apuesta por romper con la inmersión. "Si el objetivo es el bilingüismo, tenemos que plantear la necesidad de cuestionarlo todo, en cuánto lo que se observa es el concienzudo afán de hacer desaparecer la lengua española, la mayoritaria en las clases populares, del espacio público, educativo y social", denuncia esta enmienda ante lo cual reclaman que "el modelo denominado de inmersión tiene que ser adaptado a la realidad actual, que recoja la voluntariedad como premisa, y que busque la consecución de seguir con el bilingüismo como objetivo."
Las referencias a la llengua aparecen en los párrafos 35, 26 y 37 del documento marco, y a partir de la enmienda número 80 hasta la 116.