“Revertir de forma inmediata los actuales compromisos de puntualidad y devoluciones de Renfe, restableciendo los existentes antes del pasado 1 de julio, pues ha supuesto un empeoramiento para los usuarios de los servicios públicos ferroviarios”. Es la petición meridianamente clara que ha aprobado el pleno del Congreso con el apoyo del PP (que impulsó la iniciativa), Vox y ERC y la abstención de Junts, Bildu y el PNV. Es una iniciativa simbólica y sin carácter vinculante que quiere marcar el rumbo al Gobierno. Se ha aprobado por 183 votos a favor, 144 en contra y 19 abstenciones. Y es que el pasado 1 de julio Renfe modificó su compromiso de puntualidad y dejó de indemnizar los retrasos de 15 minutos de los trenes AVE. Antes del cambio, devolvía el 50% del precio del billete si había un retraso de un cuarto de hora y el 100% del importe cuando era de una hora. Ahora la indemnización es del 50% en retrasos de 60 minutos y del 100% en demoras de más de 90 minutos. Y la cámara baja insta al Ministerio de Transportes a revertir estos cambios.

Además, el Congreso (por 330 votos a favor y trece abstenciones, de Junts y Bildu) pide al Gobierno que adopte “todas las medidas necesarias para mejorar los servicios públicos ferroviarios” actuando sobre las infraestructuras y sobre los trenes para “reducir drásticamente las numerosas incidencias que se vienen produciendo”. La cámara baja (con el apoyo del PP y Vox y la abstención de Junts) también lanza un dardo al ministro de Transportes, Óscar Puente, y le exige que “comience a gestionar de manera real y efectiva los servicios e infraestructuras públicas ferroviarias en beneficio de los usuarios, que sufren un permanente caos ferroviario por la gravedad de las incidencias y por el talante del ministro”.

Junts y ERC recuerdan los retrasos de Rodalies y reclaman más “fiabilidad, puntualidad y eficiencia” a la alta velocidad

Durante el debate de la iniciativa, el independentismo volvió a lamentar los frecuentes retrasos en Rodalies. “El caos real son las Rodalies, lo sabe todo el mundo”, recordó Isidre Gavín (Junts). Desde de ERC, Inés Granollers reivindicó que “hablar de tiempo perdido en vías ferroviarias es hablar del tiempo que pierden cada día a causa de las interrupciones y retrasos a las líneas de Rodalies”, un tiempo que “se podría dedicar a los familiares, a la formación o al descanso y que se ve robado por un servicio deficiente”.

En su intervención, Isidre Gavín lamentó que la alta velocidad, que “ha sido la prioridad absoluta de las inversiones durante muchos años”, está “perdiendo fiabilidad y puntualidad”. El diputado juntaire criticó que Renfe esté “más preocupada en cerrar números” que en “dar un buen servicio” y esgrimió que la decisión “absolutamente equivocada” de rebajar el compromiso de puntualidad tiene diferentes lecturas: que “reconocen que el servicio está empeorando y tiran la toalla con un mensaje de impotencia e incapacidad”, que “no están dispuestos a mejorar el servicio con respecto a la competencia” o que “pretenden igualarse por debajo a sus competidores” (Iryo y Ouigo). “Hacer eso sin dar ninguna explicación en un momento de empeoramiento del servicio” transmite la sensación generalizada a la ciudadanía de que los operadores públicos “no piensan en el interés general”, concluyó.

Por su parte, Inés Granollers denunció que todavía se arrastran las consecuencias del “deterioro” de las vías de tren de la alta velocidad del gobierno de Mariano Rajoy. La diputada republicana reclamó que la alta velocidad tiene que tener una “puntualidad extrema” y puso de relieve que una “sociedad moderna” tiene que “garantizar que el transporte público sea eficiente y fiable”. “El estado tendría que asumir la mejora de las infraestructuras y la compensación del tiempo perdido”, concluyó.