La tensión provocada por la inhabilitación del cupaire Pau Juvillà mantiene abierto el enfrentamiento entre los grupos independentistas. Si este lunes ha empezado con la presidenta del Parlament, Laura Borràs, explicando que había planteado una propuesta al president, Pere Aragonès, para coordinar una respuesta a la represión del Estado, por la noche la consellera de Presidència, Laura Vilagrà, lo ha desmentido y ha asegurado que, en realidad, "no fue una propuesta con contenido sino un planteamiento genérico que no tenía una propuesta concreta". "Se produjo una reflexión genérica pero ninguna estrategia clara", ha asegurado Vilagrà.
Borràs había explicado por la mañana en una entrevista en Rac1 que el día 29 de enero, en un encuentro con Aragonès, le trasladó una propuesta ambiciosa de "resistencia colectiva ante el ataque del Estado". No ha dado detalles de la propuesta pero ha asegurado que también la compartió con ERC y la CUP y ha concluído que la inhabilitación de Juvillà ha acabado siendo efectiva porque esta propuesta no fue aceptada. Por el contrario, Vilagrà ha asegurado que sí hubo "una reunión informal, una conversación genérica," pero que "la presidenta del Parlament no planteó ningún plan ni ninguna estrategia", dado que "los planes y las estrategias no se pueden improvisar y se tienen que hacer en los órganos de coordinación que existen".
La matización de la consellera de Presidència se ha producido justamente después de que el president se reuniera con los responsables del grupo parlamentario de Junts y los de ERC en el Palau de la Generalitat para intentar rehacer la unidad y rearmar al independentismo, coincidiendo con el primer aniversario de las elecciones del 14-F. Vilagrà no ha improvisado su respuesta y ha insistido en ellas cada vez que se le ha indicado que con sus palabras desmentía las afirmaciones de la presidenta del Parlamento de esta mañana.
De hecho, también desde el entorno del president se ha asegurado que la reunión que ha explicado Borràs fue un encuentro de a penas media hora, previa a un acto que se celebró en Manresa, y han insistido en negar que hubiera ninguna propuesta concreta, sino reflexiones sobre la situación.
Liderazgo de Aragonès
A pesar del choque que estos desmentidos pueden generar entre el Govern y el Parlament, Vilagrà ha asegurado que el ejecutivo no quiere entrar en una escalada de reproches y ha insistido en que la represión no puede dividir al independentismo, y que, de hecho, "hay que aprender" de lo que ha pasado en el Parlament. Ha insistido en que el presidente ha mostrado el apoyo a la presidenta y a la Mesa del Parlament antes, durante y después del pleno del jueves, y ha lamentado la situación del diputado Pau Juvillà, pero ha advertido que "son innecesarias las salidas personalistas en esta situación tan seria, sino que conviene una estrategia sólida".
Como conclusión de las reuniones, la consellera de Presidencia ha advertido que hace falta recuperar grandes consensos para la gobernabilidad y recuperar confianzas y puentes, "no ser reactivos sino propositivos" y rehacer el espacio de consenso estratégico. "Nos tenemos que sentir cómodos en este espacio estratégico, que todo el mundo pueda tener cabida. Reivindicamos el liderazgo del presidente de la Generalitat, que tiene que ser propositivo, pero también político," ha puntualizado Vilagrà, que ha reiterado que el president expondrá su estrategia en esta dirección a la conferencia que pronunciará el día 14.