El conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, ha asegurado que el desprendimiento en la escuela Lluís Vives de Massanassa (València) en qué ha muerto un trabajador y otro ha resultado herido, ha sido "imprevisible". Así lo ha explicado en una comparecencia ante los medios de comunicación después de reunirse con el president de la Generalitat, Carlos Mazón, y Tragsa, la empresa donde trabajaba la víctima.
El conseller de Educación ha calificado los hechos de un "accidente laboral" y ha explicado que en el momento del accidente se encontraban en el recinto cuatro trabajadores de Tragsa y varios operarios del UME que "han sido sorprendidos por un desprendimiento imprevisible", y ha señalado que el Instituto Valencià de Seguretat i Salut en el Trabajo (INVASSAT) ya trabaja a investigar que ha sucedido.
Rovira ha puntualizado que en ningún momento "había un informe que dijera que el edificio corría riesgo de hundirse" y que el desprendimiento ha sucedido cuando los trabajadores estaban actuando en un porche en el exterior del edificio. Según ha manifestado también esta tarde el mismo Grup Tragsa, el hundimiento del porche, según las primeras hipótesis, se podría haber dado por el "colapso de una estructura metálica exterior que protegía de las inclemencias el paso entre edificios".
El Ayuntamiento avisaba del riesgo de derrumbamiento de la escuela
José Antonio Rovira mantiene que aunque el edificio estaba marcado en "rojo" para ser "rehabilitado", el responsable ha manifestado que "todo apuntaba a que valía más la pena hacerlo nuevo, porque había destrozos importantes" después que el agua superará los 2,10 metros de altura en las inundaciones. Los informes reflejaban "daños estructurales que no suponían un riesgo de fallo de la estructura" asegura el conseller, pero sí para ser ocupado por los niños, por eso el alumnado de este centro está previsto que fuera reubicado en la antigua escuela de Magisterio de València a partir de mañana.
Las declaraciones del consejero han entrado en contradicción con las palabras del alcalde de la localidad, Paco Comes, que sostenía que el edificio catalogado como rojo por los técnicos de la Generalitat, "tenía que ser derrocado". Según ha avanzado eldiario.es, el Ayuntamiento de Massanassa había avisado a través de las redes sociales a los vecinos del peligro de entrar en la escuela, asegurando que se "prohibía a toda la población, por precaución, la entrada en los colegios Lluís Vives y Ausiàs March ante un aviso de posible derribo”.
Clasificación de los centros en cuatro colores
El conseller ha subrayado que desde el área de Educación se llevó a cabo "una serie de priorizaciones" de centros y se estableció una clasificación de "cuatro colores". En primer lugar, en verde, que en palabras de Rovira, "eran aquellos que al día siguiente se podía entrar". En amarillo aquellos que tenían necesidad de limpieza y de un certificado de higienización. En naranja se colocó en aquellos que necesitaban "obras menores" y en rojo "aquellos centros que sabíamos que a corto plazo no se podía volver a entrar" y que "necesitaban obras mayores".
Según ha señalado, entre los centros afectados por las inundaciones hay un total de 12 colegios calificados "en rojo", como es el caso del CEIP Lluís Vives de Massanassa. "Para estos centros la prioridad era buscar un realojamiento en otro lugar" y, una vez realizada la limpieza del recinto, "se revisará la estructura y lo analizarán los arquitectos de la Conselleria" ha añadido.
Las ausencias en Massanassa: "No hacíamos nada allí"
Preguntado sobre por qué el president de la Generalitat, Carlos Mazón, y él mismo no han acudido en la localidad después de los hechos, Rovira ha sostenido que para el jefe del Consell la "prioridad" en este momento ha sido "descubrir qué había pasado" y hasta el lugar de los hechos se han desplazado la vicepresidenta primera del Consejo, Susana Camarero, y otros altos cargos de la Generalitat", que han sido recibidos entre gritos contra la gestión política de la DANA y se han podido oir insultos, como "asesinos".
"El presidente ha decidido venir al Palau", ha agregado Rovira y ha apuntado que le ha pedido que él también acudiera. "Yo ya venía de camino", ha apostillado, a la vez que ha destacado que también han asistido a la reunión técnica de la Conselleria y trabajadores de Tragsa. "No hacíamos nada allí", ha añadido el conseller refiriéndose a la localidad afectada por el trágico accidente.