Junts ha situado los focos sobre el futuro de la legislatura sobre el debate de política general que se celebrará los días 27 y 30 de septiembre en el Parlament de Catalunya. Y el partido no irá con las manos en los bolsillos. La ejecutiva ha encargado hoy a sus consellers medidas concretas para avanzar de manera efectiva hacia la desconexión en relación con el Estado. Estas propuestas se tendrán que traducir en propuestas de resolución que se someterán a votación el último día del debate de política general.
Una vez acabe la intervención del president, Pere Aragonès, el grupo parlamentario se reunirá con los consellers para evaluar la intervención y cerrar las propuestas. Junts ocupa las conselleries de Política Territorial, Economia i Hisenda, Salut, Exteriors, Justícia, Universitats i Recerca, y Drets Socials. El objetivo es que cada uno de estos departamentos aporten propuestas en que el Govern pueda avanzar hacia una independencia de hecho o, cuando menos, para reducir la dependencia.
Plan de medidas
Este encargo se desprende de los documento que el partido aprobó en el congreso del pasado mes de julio, en qué se proponía encargar a cada uno de los departamentos que se encuentra bajo su batuta "un plan propio de medidas que faciliten la desconexión", así como presentar al debate de política general "propuestas destinadas a culminar el procés de independencia".
Junts no esconde la voluntad de marcar perfil dentro del Govern, en pleno pulso con ERC. Con este objectiva y después de constatar diferencias internas sobre el futuro de la coalición de gobierno, este partido se ha conjurado para cerrar filas en torno a las conclusiones de la reunión que celebró a finales de agosto en Pals, donde se aprobaron las reclamaciones que plantea a los republicanos después de la auditoría sobre el grado de cumplimiento del acuerdo de gobierno. En aquella reunión, el partido que lidera Laura Borràs y Jordi Turull concluyeron que el gobierno no ha avanzado en las propuestas que planteó para avanzar en el procés independentista y reclamó a los socios republicanos la concreción de tres de las propuestas que incluía el acuerdo: el espacio de dirección estratégica del independentismo; monitorizar los avances de la mesa de diálogo para conocer el grado de cumplimiento de sus objetivos; y el espacio de coordinación en Madrid.
Junts planteó sus propuestas el miércoles pasado a ERC en una reunión en el Palau de Pedralbes donde las dos partes ventilaron sus diferencias. En este contexto, la intervención de Pere Aragonès en el debate de política general que empezará el día 27 se convertirá en el termómetro a partir del cual el partido moverá pieza. La intención es que una vez superada aquella cita, el partido convoque un consell nacional donde se tendrá que abordar la consulta a la militancia sobre el futuro del acuerdo de Govern.