Una parte importante de los militantes y cuadros de Junts que han intervenido esta mañana en el consell nacional del partido lo han hecho para pedir explicaciones sobre la salida del Govern, para reprochar precipitación en cómo se hizo la consulta, para reclamar más transparencia y para saber qué piensa hacer el partido a partir de ahora. Este es el balance, según diferentes fuentes consultadas por ElNacional.cat, de las intervenciones que se han registrado en el consell nacional que se ha celebrado este sábado en Vic, el primero después de la decisión adoptada a través de una consulta el 6 y 7 de octubre de abandonar el Govern de Pere Aragonès.
Aquella votación de la militancia, con una muy alta participación, se decantó por abandonar el Govern con un 55% de los votos, mientras que un 42% se pronunció por continuar. No obstante, en el consell nacional, que acaba de completar su renovación y donde el sector turullista es mayoritario, este equilibrio ha parecido invertirse, según muchos de los asistentes.
Falta de autocrítica
El diputado Ramon Tremosa ha conseguido con su intervención condensar el sentir de los contrarios a abandonar el Govern advirtiendo que Junts aspiraba a conseguir la independencia y la solvencia, y en la situación en que se encuentra ahora no conseguirá ni la independencia ni demostrar su solvencia. Las palabras de Tremosa han sido acogidas con aplausos de los presentes. Pero también las de los diputados Joan Canadell i Santi Vergés que han defendido las razones para marchar del ejecutivo. O la del exconseller y miembro de la ejecutiva Damià Calvet, que ha advertido sobre la falta de autocrítica y ha alertado de la desconexión del partido con la sociedad.
Han sido en total 49 intervenciones de 2 minutos y 15 segundos -la mesa presidida por Josep Rull ha recogido primero los turnos de palabra y ante la cantidad de solicitudes ha decidido limitar el tiempo-, entre las cuales, candidatos y alcaldes que han mostrado la preocupación por el efecto que perder el apoyo del Govern tendrá en sus campañas del próximo año. Todos los consellers del Govern estaban presentes en la Atlántida de Vic, donde han recibido una ovación de reconocimiento, pero ninguno de ellos ha intervenido.
Previamente han tomado la palabra la presidenta del partido, Laura Borràs, que ha asegurado que ahora el partido es "libre" para sacar adelante el procés y atraer a los independentistas decepcionados; y el secretario general, Jordi Turull, quien consciente del malestar con que ha vivido una parte importante del partido la salida del Govern ha reclamado confianza, "ir todos a la una" y evitar los personalismos.
Sueldos y asesores
Eso no ha impedido, sin embargo, las voces críticas. Y propuestas concretas. Entras las cuales, la reclamación de un consell nacional extraordinario para hablar de cómo se ha hecho todo el proceso de salida del gobierno y qué estrategia tendrá que seguir el partido a partir de ahora, que finalmente se ha acordado que se celebrará. O bien la exigencia de más transparencia, de poder conocer el contenido exacto de la auditoría sobre el grado de cumplimiento del acuerdo de legislatura, al cual no han tenido acceso ni los miembros de la ejecutiva, o para saber exactamente qué cargos cobran del partido, qué asesores tienen y qué hacen exactamente. Algunas de las propuestas no han disimulado los dardos dirigidos a la presidenta, Laura Borràs.
De hecho, entre las intervenciones se ha propuesto que al igual que se ha abandonado el Govern se abandone también la mesa del Parlament dado que tampoco allí se está consiguiendo avanzar en los objetivos marcados.
Se ha aludido directamente a algunos del nombres más destacados del entorno de Borràs, como Aurora Madaula, por algunos de sus tuits en relación al partido, o Jaume Alonso Cuevillas, a quien se ha reprochado que afirmara durante la campaña de la consulta que un sí a continuar en el Govern provocaría una escisión a Junts o que era mejor salir del Govern porque viene una crisis.
En conclusión, un toque de atención, que ya se esperaba, pero con un talante en general positivo, con el cual se ha dado salida al malestar que los últimos días se había acumulado en torno a la salida del gobierno. Y, por encima de todo, una cierta incertidumbre sobre el rumbo que quiere adoptar Junts, más allá de la crítica en ERC.