La consellera de Ensenyament de la Generalitat, Meritxell Ruiz, ha asegurado este martes sobre la proposición de ley de reforma horaria que "el problema no son los horarios escolares, son los horarios laborales". En declaraciones a TV3 ha remarcado que "la gran desincronización" es entre la hora que los niños acaban la escuela, que ahora es entre las 16 y las 17 horas, y la hora en que los padres llegan a casa, que no es antes de las 20 horas.
La consellera ha remarcado que lo que "desentona" son los horarios laborales, por lo que se tiene que conseguir que éstos se avancen y los padres puedan estar en casa a las 18 o las 19 horas y ha considerado que tiene que haber reforma horaria para situarse al nivel de otros países, ya que los horarios actuales son "irracionales" porque afectan a la salud, hacen que no se duerma las horas convenientes -tanto niños como adultos-, no se hacen horarios de comida adecuados y no permiten participar en la vida comunitaria.
En el debate sobre los deberes, ha aplaudido que las asociaciones de padres catalanas no se hayan sumado al boicot porque pone en cuestión lo que hace el profesor en el aula, y ha afirmado que "se puede hablar de cómo orientar los deberes, pero no de si se pueden poner o no", aspecto que tiene que valorar la escuela.
Reunión con el ministro
Respecto a la reunión de los consejeros con el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, ha asegurado que las formas son mejores que con José Ignacio Wert, pero que no permitió el debate sobre aspectos como las ayudas por la escolarización en castellano, en la que contaba con el apoyo de los consejeros socialistas para hacerlo.
Sobre las 'reválidas', la consellera ha remarcado que el "problema" no es si las pruebas de evaluación la hacen unos determinados centros o todos, sino el tipo de examen que se realiza, por lo que pidió al Ministerio que, al ser muestral, reconozca las competencias de las comunidades a la hora de diseñarlas.
Ha remarcado que Catalunya quiere seguir haciendo las pruebas competenciales que lleva realizando los últimos años y se ha mostrado contraria a las de la Lomce: "No quiero unas pruebas del siglo XIX, quiero unas del siglo XXI. Por eso queremos competencias, para poder hacer unas pruebas avanzadas".
Por ello, espera que en la reunión que se celebrará el viernes sobre el diseño de las pruebas, éstas recojan estándares generales y las autonomías puedan hacer "unas buenas pruebas".
Respecto al acceso a la universidad, Ruiz ha reiterado que en Catalunya ya se había dicho que se mantendrían tipo Pruebas de Acceso a la Universidad (Pau), y que en la reunión se acordó que las comunidades la harían, se mantendrá el distrito único y que el título de Bachillerato no estará condicionado a una prueba externa.
Sobre el pacto estatal de educación que se quiere fraguar, ha afirmado que Catalunya explicará su modelo educativo al resto de comunidades y que intervendrá si no es un debate "ideológico".
Finalmente, ha afirmado que los presupuestos de la Generalitat tendrán un "incremento importante" para la Conselleria, que permitirá mejorar las sustituciones, desde el primer día en bajas de más de una semana, y dedicar más recursos a los centros y alumnos más necesitados.