Sin acuerdo por enésima vez. El Consejo General del Poder Judicial ha vuelto a fracasar este martes en la elección de magistrados para ir al Tribunal Constitucional. Según informa el mismo órgano de gobierno de los jueces españoles, ninguno de los candidatos ha obtenido los tres quintos necesarios para ser designado magistrado del tribunal de garantías. César Tolosa y Pablo Lucas han recibido diez votos, mientras que José Manuel Bandrés ha obtenido siete.
Estaba en manos de los vocales de la cúpula de los jueces españoles ponerse de acuerdo y proponer a sus magistrados para el Tribunal Constitucional y renovar, de esta manera, el tribunal de garantías. Se trata de un pleno extraordinario que pidieron los vocales conservadores del CGPJ. ¿Por qué? Para evitar que el bloque progresista —que es minoría— pudiera imponer a su candidato una vez se aprobara la reforma judicial que proponían PSOE y Unidas Podemos. Se trataba de un cambio de la normativa con la cual ya no se necesitaba que un candidato tuviera el apoyo de once de los dieciocho vocales que hay actualmente en el CGPJ para ser candidato al Tribunal Constitucional, sino que se enviaría al TC aquellos dos que tuvieran más votos. Es decir, por mayoría simple.
En el encuentro de este martes era necesario que hubiera tránsfugas para que se llegara a un acuerdo. El pleno lo conforman 10 vocales conservadores y 8 de progresistas. Eso significa que los conservadores necesitaban convencer a un progresista con el fin de desencallar la situación y enviar magistrados en dirección al TC. Hay el acuerdo no escrito de que el CGPJ se tiene que poner de acuerdo para enviar a un magistrado progresista y a uno conservador. El favorito de los progresistas es José Manuel Bandrés, y la intención de los conservadores era convencer al otro bando de enviar a Pablo Lucas al tribunal de garantías. ¿El motivo? Bandrés es también el favorito del Gobierno. Si el encuentro hubiera acabado con un acuerdo, el Tribunal Constitucional se renovaría. En otras palabras: El TC deliberó este lunes sobre un recurso del PP con mayoría conservadora cuando es posible que en los próximos días haya una mayoría progresista.
Si este lunes el TC no hubiera aceptado las cautelarísimas solicitadas por el PP, este jueves se hubieran aprobado en el Senado las enmiendas presentadas por PSOE y Unidas Podemos para desbloquear el poder judicial. Una que cambia la mayoría de tres quintos que tiene que sumar el CGPJ en la elección de los dos magistrados al Constitucional que le corresponden por un nuevo sistema por el cual se nombraría a los dos magistrados que saquen más votos. Y otra que permitiría al Gobierno y al Consejo General del Poder Judicial hacer su propio nombramiento aunque la otra parte no lo haga en los plazos fijados.