Día histórico en el Senado. Y casi inédito. La Cámara Alta ha dado luz verde definitiva a la tercera reforma de la Constitución de 1978 (la primera con un contenido social) en un pleno en el que PSOE y PP han exhibido una complicidad casi impensable en cualquier otra materia. Como en el Congreso de los Diputados, el apoyo de la reforma ha sido casi total, con el único voto discordante de Vox, que se ha opuesto. 254 votos a favor y 3 votos en contra.
Uno de los nombres propios ha sido Juan Ramón Amores, el primer senador con ELA de España, que ha sido el encargado de defender la posición del PSOE. Ha celebrado que la Constitución hoy "representa a más personas que ayer" y ha levantado más de un aplauso unánime de toda la cámara. El primero, después de apropiarse de una cita de Martin Luther King: "Si no puedes volar, corre; si no puedes correr, camina; si no puedes caminar, arrástrate; pero sea el que hagas, sigue moviéndote hacia adelante". Cuando ha acabado su intervención, el hemiciclo ha respondido con una ovación con todos los senadores de pie.
El Derecho Civil valenciano, nuevamente excluido
El otro protagonista del pleno, igual que la semana pasada en el Congreso, ha sido el Derecho Civil valenciano. Compromís volvió a presentar una enmienda para incluir el Derecho Civil valenciano en la Carta Magna, siguiendo la voluntad de la Asociación de Juristas Valencianas y un mandato de las Corts Valencianes, donde tuvo el apoyo del PP y el PSOE, que ahora le han cerrado la puerta. La Mesa del Senado inadmitió esta propuesta y hoy ha vuelto a rechazarla después de la reconsideración presentada por Compromís. Vista esta decisión, el senador Enric Morera ha denunciado desde el atril del Senado que el PP y el PSOE "tratan al pueblo valenciano como un pueblo disminuido". Minutos antes, ha confirmado que, igual que en el Congreso, presentarán un recurso de amparo al Tribunal Constitucional contra este veto, que supone un "daño irreparable" e indica que "algo huele a podrido en el Reino de España".
Desde Junts per Catalunya, Josep Lluís Cleries ha puesto de relieve que esta reforma "demuestra el carácter obsoleto y rancio" de una Constitución que "tenía la pretensión de ser una puerta abierta a la libertad y a la democracia", pero que por Catalunya "ha acabado siendo una losa inmensa para frenar la libertad y la democracia".
Finalmente, Carla Antonelli, de Más Madrid y primera senadora trans de España, ha reclamado ir un paso más allá en la modernización de la Constitución y ha abogado por añadir la orientación sexual y la identidad o expresión de género de entre las discriminaciones que figuran en el artículo 14.