Nueva interferencia al Parlament de Catalunya. El Tribunal Constitucional (TC) tiene previsto anular, en el pleno convocado el próximo martes, el voto delegado del president en el exilio y actual diputado de Junts, Carles Puigdemont, y del exconseller de Cultura y también diputado juntaire, Lluís Puig, después de que la Mesa de Edad del Parlament lo permitiera en la sesión en el cual se constituyó la actual cámara catalana. El pleno del TC tiene previsto aprobar la ponencia del magistrado Ricardo Enríquez, que propone estimar el recurso del PP argumentando la aplicación de doctrina de un caso similar que afectó al mismo Puig, según avanza Efe. Ciertamente, una semana antes, el órgano de garantías estimó un recurso de PSC-Units contra los acuerdos de la Mesa que en la anterior legislatura permitieron el voto telemático del exconseller. El razonamiento del TC es que "no hay ninguna situación excepcional" para habilitar su voto delegado, tal como recoge la norma.
En la sesión de constitución del Parlament, la Mesa de Edad - encabezada por Agustí Colomines (Junts), que con 66 años es el diputado mayor de la cámara, con el apoyo de Mar Besses (ERC),- acordó aceptar que Puigdemont y Puig pudieran delegar su voto en el diputado de Junts Albert Batet. Puigdemont y Puig no pueden ejercer sus derechos políticos porque el instructor del Supremo Pablo Llarena se niega a aplicarles la ley amnistía, como al exconseller Toni Comín; y el Tribunal Supremo tampoco a los condenados de Junts y de ERC. Se indica que esta anulación no tendrá ninguna repercusión porque los votos de los dos diputados no fueron determinantes para los acuerdos adoptados.
Por otro lado, el pleno del TC también tiene previsto pronunciarse sobre la recusación de Jordi Turull contra el magistrado José María Macías, que ya fue apartado de los debates de la amnistía, a petición de la Fiscalía.
Cambio del reglamento del voto telemático
Un mes después de la votación de la constitución de la cámara catalana, el pleno del Parlament del 25 de julio de 2024 aprobó la reforma del reglamento impulsada por el PSC-Unidos, Junts, ERC, Comunes y la CUP, que amplía los supuestos en que los diputados pueden delegar el voto, regula el voto telemático, introduce cambios en cuanto a la adscripción de los diputados a los grupos parlamentarios y modifica la mayoría necesaria para aprobar declaraciones institucionales. Es decir, que desde finales de julio, los votos de Puigdemont y Puig son válidos.
En concreto, la reforma amplía los supuestos para poder delegar el voto. Así, la delegación se podrá hacer ahora en caso de hospitalización, de enfermedad grave, de "incapacidad prolongada propia o de un familiar de primer grado debidamente acreditadas" o de "otras situaciones excepcionales, debidamente justificadas, que impidan el desarrollo ordinario de la función parlamentaria, apreciadas de forma motivada por la Mesa y respecto al principio de proporcionalidad". Así mismo, la reforma regula la votación electrónica, que también se podrá ejercer en situaciones excepcionales y con la autorización previa de la Mesa.