El Tribunal Constitucional ha proclamado este miércoles a Cándido Conde-Pumpido su nuevo presidente. El primer Pleno del nuevo tribunal de garantías ha vuelto a demostrar la división que existe entre progresistas y conservadores, ya que el exfiscal general del Estado solo ha recibido seis votos a favor, y cinco en contra. Hace falta tener en cuenta que hay un magistrado conservador que está de baja por problemas de salud, de manera que si la situación no fuera esta, se hubiera producido un empate. María Luisa Balaguer no ha desistido y ha intentado hasta el último momento conseguir el apoyo de los conservadores y el de algún progresista, votando en contra de la candidatura de Conde-Pumpido. Por lo que hace a la votación para escoger al vicepresidente, Inmaculada Montalbán ha conseguido seis votos, mientras que Ricardo Enríquwez ha conseguido cinco.
Los once magistrados del Tribunal Constitucional se han reunido este miércoles a partir de las once de la mañana. El Pleno tenía el objetivo de escoger a su nuevo presidente, y aunque tenía que celebrarse el martes, ha acabado teniendo lugar este miércoles: el presidente en funciones que sustituyó Pedro González-Trevijano dio tiempo a los conservadores para que se pusieran de acuerdo en la proposición conjunta de un único candidato. Pero eso no fue posible.
División en el sector progresista
Este martes, los magistrados progresistas celebraron una reunión en privado para intentar ponerse de acuerdo y presentaron al Pleno del miércoles con un único nombre sobre la mesa. Fracasaron. Aunque el favorito de este sector era Conde Cándido-Pumpido, María Luisa Balaguer no dio su brazo a torcer y no retiró su candidatura. ¿El motivo? La catedrática en Derecho Constitucional confiaba en recibir el apoyo de la rama conservadora y arañar algún voto progresista, como el de la flamante magistrada María Luisa Segoviano.
¿Por qué los conservadores preferían a Balaguer? El sector en minoría consideraba que Balaguer tiene más aptitudes para cohesionar a todos los magistrados, sean del signo político que sean. Conde-Pumpido, exfiscal general del Estado, ha estado más vinculado al PSOE que Balaguer, que siempre ha estado alejada de los partidos políticos.
Para entender la insistencia de Balaguer al mantener viva su candidatura no solo hace falta explicar las esperanzas del sector conservadores, sino tener en cuenta unas declaraciones que hizo la magistrada Segoviano a Onda Cero la semana pasada. Destacó la importancia que quién sea presidente del Constitucional tiene que tener "la empatía" necesaria para hacer más amena la convivencia entre progresistas y conservadores. Su voto podría haber sido decisivo.
El expresidente Trevijano rechaza distinguir entre 'progresistas' y 'conservadores'
La semana empezó con el acto de toma de posesión de los cuatro nuevos magistrados del tribunal de garantías y la salida de los cuatro que tenían el mandato caducado, entre ellos el presidente Pedro González-Trevijano. En su discurso de despedida, disparó contra el Gobierno y contra el independentismo; además de cargar contra la teoría que existen magistrados conservadores y progresistas. "No comparto la falsa dicotomía", afirmó; además de asegurar que tampoco comparte "las reclamaciones de imposible unanimidad, que es inexistente en los otros ámbitos de la sociedad".
Conde-Pumpido, exfiscal general del Estado
Nacido en A Coruña en 1949, Conde-Pumpido ha sido portavoz de Jueces por la Democracia y fiscal general del Estado cuando José Luis Rodríguez Zapatero estaba en La Moncloa. Ha coordinado también las sentencias de los recursos del juicio al Procés, hasta que fue recusado por el presidente Carles Puigdemont por pérdida de imparcialidad, en el momento de la cual se abstuvo voluntariamente de las causas relacionadas.