Miquel Buch fue conseller de Interior durante dos años. Vivió todo el proceso judicial que tensaba el cuerpo de los Mossos d'Esquadra desde dentro. Con un major apartado, con decenas de agentes investigados y con la sombra de duda de si la policía catalana había actuado según la ley o según las voluntades independentistas. Con un cuerpo desgastado por la falta de medios, por la crítica y por la incertidumbre del proceso judicial contra el major Josep Lluís Trapero y la intendente Teresa Laplana.
El 21 de junio, en una entrevista en ElNacional.cat, en plena pandemia, Buch decía esto sobre el proceso judicial: "Lo mejor que puedo hacer tanto por el major, como por la intendente Teresa Laplana, como por la anterior cúpula de Interior, es seguir mordiéndome la lengua. Cuando acabe todo, hablaré. Y el único resultado que espero, visto lo que he visto, y vista la demostración de pruebas y las declaraciones, lo único que puede haber es la absolución".
Hoy Buch ha vivido la sentencia de absolución de Trapero, Laplana y los cargos políticos de la cúpula de Interior Cèsar Puig y Pere Soler con "satisfacción máxima", y hoy sí, habla en ElNacional.cat.
¿Cómo ha vivido la sentencia y la filtración?
Una vez más, hay una filtración que dice mucho del sistema judicial que tenemos. Que las sentencias se filtran antes a la prensa que a los acusados. Por lo tanto, ya llevamos desde anoche dándole vueltas y la satisfacción es máxima. Poder ver como lo que tenías el convencimiento de que tenía que ser que acabe siendo así, da mucha satisfacción.
La sentencia del major es la primera buena noticia en tres años. Que haya sido una absolución con una sentencia tan contundente que avala el modelo policial que se aplicó el 1-O, las decisiones de los mossos y que las desvincula de las acciones políticas, marca una diferencia muy notable con respecto a las otras sentencias...
Lo que dice la sentencia no deja de ser lo que hemos explicado siempre, tanto el Govern anterior como el Govern actual. Y por lo tanto, refuerza que lo que se hizo fue un referéndum con las herramientas que teníamos y en el que el cuerpo de los Mossos d'Esquadra cumplió la legislación vigente y los mandatos judiciales que les imponían. El mandato judicial del 1-O que hace el TSJC ellos lo cumplen a la perfección, porque, destaco dos cosas: la primera, obligaba a todos los cuerpos policiales a coordinarse, cosa que los Mossos hicieron, pero los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado no hicieron. Y la segunda, decía que se tenía que actuar garantizando la convivencia ciudadana, hecho que los Mossos cumplieron y que la Guardia Civil y el CNP no hicieron. Por lo tanto, que acabe en un proceso judicial el cuerpo que cumplió escrupulosamente lo que se pedía en un auto judicial, sorprende. Por lo tanto, sólo podía caber la absolución.
La absolución tira por los suelos los argumentos de la sentencia del Tribunal Supremo contra el exconseller de Interior Joaquim Forn...
Lo que tendría que hacer el exconseller Forn es abrir un proceso de revisión a su sentencia. Es difícil de entender. ¿Cómo puede ser que haya un conseller condenado a 10 años y medio por sedición precisamente porque era el conseller de Interior y porque tenía todo el cuerpo policial a sus órdenes para saltarse la ley? Por eso fue condenado Quim Forn. Y cuando juzgan por los mismos hechos al cuerpo policial, se les absuelve porque cumplieron la ley tal como se les marcaba. Por lo tanto, el conseller Forn no tenía a nadie para ordenarle que hiciera una cosa que no se ajustara a ley. Por lo tanto, si Quim Forn es condenado por ser conseller de Interior y el cuerpo de Mossos d'Esquadra ha quedado absuelto, para el conseller Forn no hay ningún otro camino que no sea la absolución y la puesta en libertad inmediata.
¿Ha hablado con el major Trapero?
Nos hemos cruzado unos mensajes.
¿Cómo lo ha encontrado?
Bien. Hoy seguramente es uno de los días con más mensajes de su vida y de llamadas. Es muy normal que hoy esté sobre todo para su entorno más inmediato y la gente que quiere.
¿Cree que se le tiene que restituir?
Major lo será siempre. Tendríamos que hablar de si tiene que estar al frente de la operatividad del cuerpo y es una cuestión que a mí no me toca responder. Yo no puedo responder a esta pregunta más allá de decir que es el conseller Miquel Sàmper a quien le corresponde tomar este tipo de decisiones. Igual que yo tomé en su momento las mías, ahora le toca a él.
¿Hasta qué punto puede marcar el futuro de Trapero su defensa en el proceso y el hecho de que se desmarcara del proyecto independentista?
Lo que se demuestra es que el major y el conjunto de los Mossos d'Esquadra son una policía democrática y que actúan velando por la seguridad de todos y en cumplimiento de las leyes y no en función de las ideologías. Ellos actúan en base a las leyes que tienen.
¿Cómo ha vivido como conseller los dos años del proceso judicial?
Han sido dos años altamente complejos. Además de la presión que puede tener la Conselleria de Interior, hay que sumarle que veníamos del 155, que había el proceso judicial al major Trapero, a la intendente Teresa Laplana y al secretario y el director. Pero también ha habido más de 70 encausamientos judiciales en diferentes puntos del territorio, por lo tanto, había mucha tensión del cuerpo y había mucha preocupación, porque entendían que habían hecho el trabajo que les marcaba un auto judicial y no entendían por qué estaban metidos en los procesos judiciales. Sin embargo, la responsabilidad es lo que ha imperado en todo momento y han dejado de lado cualquier situación que les pudiera afectar personalmente, y eso es lo que a mí me hace estar más orgulloso de la policía que tenemos en Catalunya. A pesar de las dificultades, a pesar de la complejidad, aunque los han señalado cuando no había razón, han seguido ejerciendo de policías y velando por la seguridad de todos y todas.
La sentencia también ha absuelto a dos cargos políticos. ¿Demuestra todavía más que los Mossos no estuvieron nunca a las órdenes de las directrices políticas?
De la misma manera que la consellera de Salut no dirá cómo se tiene que operar, los cargos políticos de Interior tienen otra misión que entrar en las órdenes operativas. La parte política tiene que estar allí para facilitar las herramientas, parar los golpes, dar las respuestas que haga falta, pero la parte operativa la deciden siempre los profesionales. Por lo tanto, eso de que el funcionario hará lo que le diga el político, pues no.