El examante de Juan Carlos I vuelve en escena. Hoy Corinna Larsen ha declarado en el juicio contra el excomisario Villarejo, una causa por calumnias y denuncia falsa hacia Félix Sanz Roldán, exdirector del Centro Nacional de Inteligencia. Lo ha hecho en un juzgado ordinario de Madrid, en videoconferencia desde Londres. Y la empresaria germanodanesa ha testificado a favor de la defensa del expolicía: se sintió amenazada por el entonces jefe de la inteligencia española durante 2012. "Me dijo que, si no seguía las recomendaciones, él no podría garantizar mi integridad física ni la de mis hijos", ha asegurado Corinna. "Me aterrizaron estas palabras; creo que a cualquier persona", ha admitido. No sólo lo amenazaba Sanz Roldán, sino que además era Juan Carlos I quien "daba las órdenes".
Hoy se celebra en un juzgado de Madrid el juicio contra Villarejo por presuntos delitos de calumnias y denuncia falsifica contra el exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Félix Sanz Roldán, y ha contado con la declaración por videoconferencia de la examiga de Juan Carlos Corinna Larsen desde el Reino Unido. Llega después de que en una entrevista con Jordi Évole, el excomisario afirmara que Sanz Roldán había amenazado personalmente a la examante del Rey. La vista se ha celebrado después de que se haya aplazado hasta en cuatro ocasiones, pero finalmente ha tenido lugar este viernes.
Así, Corina Larsen ha ratificado la versión de Villarejo. Lo ha hecho a través de varios espisodios. En primer lugar, ha explicado cómo la primavera del 2012 se produjo "una ocupación ilegal" de sus oficinas y apartamento en Mónaco por parte de una empresa de seguridad contratada por el CNI. La examiga de Juan Carlos I pidió justamente explicaciones al emérito, que le dijo de forma "poco concreta" que era una operación para protegerla de los paparazzis. Esta ocupación, ha denunciado, "duró semanas". También le pidieron hacer un registro de cinco días, sin nadie presente, en su apartamento en busca de micrófonos. Ella se negó porque "no tenía sentido". Es uno de los diversos "episodios aterradores" que ha denunciado, y que desembocaron en amenazas.
"Cada vez que no estaba de acuerdo con algo que él pedía, se sentía frustrado, y me avisaba de que podría haber consecuencias", ha declarado la empresaria en referencia al exdirector del CNI. También ha explicado el encuentro que mantuvo el 5 de mayo en Londres con Sanz Roldán. Fue entonces cuando él le habría dicho que, si no seguía sus recomendaciones, no podría garantizar su seguridad. También ha confirmado que el exdirector del CNI le dijo que las órdenes venían de arriba: del entonces rey Juan Carlos I.
Otro episodio. Al día siguiente de aquel encuentro, la empresaria volvió a su casa familiar de Suiza. Ha explicado que allí encontró un libro sobre la muerte de Lady Di. Aquella misma madrugada recibió una llamada de un número oculto. "Hay muchos túneles entre Niza y Mónaco", le dijeron desde el otra lado en castellano.
Corinna Larsen también ha relatado cómo, a través del anónimo "Paul Bon", recibió amenazas por correo electrónico. "Era efectivamente el señor Roldán, me había enviado una notificación diciéndome que iba a recibir unos correos de una persona que se llamaba Paul Bon", ha declarado.
Después de relatar todos estos episodios, Corinna Larsen ha insistido en que se sintió "aterrizada". Si no lo puso en conocimiento de la justicia, ha explicado, fue porque temía que esta "hostilidad" de la inteligencia español fuera a más. También ha constatado que habría sido inútil, por la inmunidad de la que disfrutaban tanto al director del CNI como el rey Juan Carlos I.
Ha sido la primera vez que Villarejo se ha sentado en el banquillo de los acusados. Pero podría ser que no fuera la última, a juzgar por las dimensiones del caso Tándem y sus numerosas ramificaciones, en las cuales se investigan los trabajos del excomisario.
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