La examante del rey emérito, Corinna Sayn Wittgenstein, apunta directamente a Felipe VI como uno de los cómplices y beneficiarios directos del escándalo de corrupción de Juan Carlos I que la fiscalía Suiza investiga. Así lo ha afirmado, de forma rotunda, en una entrevista en OK Diario: "Felipe no puede decir que no tiene nada que ver con eso si se ha beneficiado toda su vida. Así que pienso que aquí reside el problema".
A pesar de todo, admite que ha intentado hacer un ejercicio de transparencia y ha llegado tarde: "No puedo decir nada sobre si tiene cuentas offshore. Pienso que el rey Felipe efectuó un cambio bastante sustancial cuando subió al poder, en el sentido que se suscribió a la Familia Real y la Casa Real a la Ley de Transparencia, y creo que este es un gran paso".
El futuro de la monarquía española
Sobre si al fin y al cabo acabará afectando directamente a la monarquía actual española, Corinna se desmarca: "Yo no soy española ni residente en España. Pienso que las acciones de diferentes personas, posiblemente con agendas diferentes y en conflicto, crearon esta crisis. Pienso que la misma Casa Real ha sido artífice de sus propios problemas. Y después hubo personas que les asesoraron mal. Cómo acabe eso en el futuro es esencialmente algo a decidir por el pueblo español".
La máquina de contar dinero
Corinna habla sin pelos en la lengua. A pesar de admitir recientemente que recibía amenazas, parece que no tiene miedo a explicar toda la verdad. Alguno de los detalles que explica es la famosa máquina de contar dinero que tenía Juan Carlos en Zarzuela: "La vi. La vi en el Palacio, en la sala de tesorería, creo que era el año 2006 si no recuerdo mal. Era sorprendente. Me quedé boquiabierta".
La crítica la hace únicamente a los borbones y se desmarca de ser antimonárquica. De hecho, defiende que ella es una "princesa de Alemania" y que estudió en la Universidad de París, está licenciada en Relaciones Internacionales y por lo tanto tiene un gran conocimiento "de la política internacional".
Tilda a Juan Carlos de hombre "agresivo"
La examante no niega, en ningún momento, su relación sentimental con Juan Carlos I. Un hecho que no sorprende si nos remitimos a la fotografía que ella misma difundió a Paris Match donde salía el emérito preparando una barbacoa con el hijo de ella.
Ahora bien, la cara oscura de Juan Carlos se destapa con las nuevas declaraciones de Corinna. Asegura que la atacó sin miramientos: "Se volvió contra mí de una manera cruel y agresiva. Me provoca una enorme tristeza y confusión porque todavía no entiendo por qué cambió así. La narrativa que se inventó de mí era sumamente negativa. Me pintaron como una especie de Maria Antonieta, Lady MacBeth o Wallis Simpson". Y lamenta que lo haya tildado "de bruja a la cual se le podía responsabilizar de todo lo que, como habría dicho Shakespeare, estaba podrido en la casa de los borbones".
Una fortuna de 2.000 millones
Juan Carlos I estaba obsesionado en silenciar el escándalo de corrupción que escondía. Por eso Corinna asegura que llevaba el control de todos los periodistas que podían ser peligrosos: "Siempre decía: 'Da nombres y nos ocupamos de ellos'".
Además, ha definido su reinado como el "de una empresa familiar que ha funcionado durante 40 años y ha tenido inmunidad por la Constitución y sus relaciones con los grandes magnates del Oriente Medio". Ella no niega que no entendía la manera de funcionar de España como estado y explica que el emérito le contestaba, con ironía: "Claro que no lo entiendes".
No le sorprende, y cree que así debe ser, que la fortuna de Juan Carlos es incalculable: "The New York Times estima su fortuna total en 2.300 millones de dólares. Forbes la ha estimado en torno a 1.200 millones de euros, estoy segura de que son publicaciones lo bastante serias y que basan sus estimaciones en investigaciones bastante exhaustivas, así que no soy quién para contradecirlo".
OK Diario ya ha avanzado que los detalles más personales de la relación de Juan Carlos con el dictador Francisco Franco, Iñaki Urdangarín o la Reina Letizia se publicarán mañana en una segunda entrega.