El exvicepresidente primero del Parlament, Lluís Corominas, y la exsecretaria primera de la Cámara, Anna Simó, han insistido en defender ante el tribunal que les juzga por desobediencia su obligación de permitir el debate parlamentario y garantizar los derechos y libertades de los diputados. El juicio contra la Mesa del Parlament que presidía Carme Forcadell y contra la exdiputada Mireia Boya ha empezado esta mañana en el TSJC con las cuestiones previas donde la acusación particular de Vox ha anunciado que retiraba los cargos de organización criminal y, por lo tanto, la petición de 12 años de prisión. Corominas y Simó, que han declarado esta mañana, solo han respondido a las preguntas de sus abogados.
"Nuestra intención era permitir el debate parlamentario y proteger el derecho de los diputados, que es una función básica de la Mesa, dar voz a los diputados. No entendimos que estuviéramos desobedeciendo el Tribunal Constitucional", ha asegurando Corominas, una vez y otra a preguntas de su abogada, Judit Gené.
El exnúmero dos de la Cámara ha insistido en el convencimiento de que estaban haciendo el trabajo que les correspondía y que tenían que "defender la autonomía parlamentaria": "los derechos de los diputados y por lo tanto del poder legislativo tenían que ser preservados por la Mesa".
El juicio ha empezado con la sala casi vacía a raíz de las medidas de seguridad provocadas por la Covid-19. El tribunal, las partes y los acusados protegidos con mascarillas de las cuales sólo se desprenden para intervenir, y los micrófonos, cubiertos con bolsas de plástico.
Corominas ha recordado a preguntas de su abogada que JxSí presentó su programa electoral a las elecciones, donde se recogían las propuestas independentistas, sin ningún problema, y que en más de 500 reunions de la Mesa en las cuales ha participado durante su carrera siempre había seguido los mismos criterios para el análisis y calificación de las iniciativas parlamentarias que aplicaron en el 2017.
El exvicepresidente del Parlament ha explicado que a la hora de aceptar o no las iniciativas parlamentarias, la Mesa sólo tiene que observar que se contemplen las formas adecuadas para la tramitación y que no se tiene que entrar en el fondo de su contenido. Ha asegurado que no recordaba ninguna excepción en esta manera de actuar.
Además de recordar que acataron la suspensión del autogobierno con la aplicación del 155 y la disolución de la Cámara, ha recordado que la Mesa no tiene iniciativa parlamentaria, que esta corresponde a los grupos y a los diputados.
Simó: derechos de los diputados
Acto seguido ha sido la exsecretaria primera de la Mesa, Anna Simó, quien ha insistido también en que su función en la Mesa era "aplicar un criterio abierto y favorable a la capacidad de iniciativa de los grupos parlamentarios". A lo largo de la declaración Simó ha señalado que los derechos de los diputados, su libertad expresión, participación, el derecho a la iniciativa política y la autonomía política, han sido los únicos objetivos que guiaron su actividad parlamentaria.
"El papel de la Mesa lo único que podía hacer era entrar en el análisis de la congruencia y en el análisis formal. Teníamos que aplicar un criterio abierto y favorable a la libertad de iniciativa de los grupos parlamentarios", ha insistido a la hora de analizar cada una de las iniciativas por las cuales se les acusa.
Querellas por la adscripción
La exsecretaria y exconsellera del Govern se ha referido al hecho que Joan Josep Nuet, a pesar de haber votado a favor de iniciativas impugnadas, quedara apartado del procedimiento en que se abrieron contra ellos por el hecho, según quedó argumentado, de no ser independentista, lo cual provocó "escándalo público".
"Quedó claro que sí se podía hablar de referéndum en el Parlament, porque se aprobó una moción y no se anuló; y quedó claro que no se querellaban por nuestros actos sino por nuestra adscripción parlamentaria", ha reprochado.
Simó ha insistido, como ha hecho Corominas, en que los miembros de la Mesa no tienen iniciativa legislativa ni participan el contenido de las iniciativas parlamentarias, y que personalmente, como miembro de la Mesa, no tuvo ninguna participación en el contenido de las iniciativas que han motivado el proceso.