Horas después del anuncio de endurecimiento de las condiciones del estado de alarma en España, los responsables técnicos de la gestión de la crisis del coronavirus ponen el acento en el principal reto de cara a los próximos días: "garantizar que las UCI no se saturan". El temor al colapso es, de hecho, lo que ha motivado el cambio de opinión de Pedro Sánchez para implantar un confinamiento prácticamente total.
La estancia media de un enfermo de Covid-19 en una UCI ronda los 28 días, según datos de ministerio. Eso hace que, aunque el ritmo de ingresos en las unidades de críticos se ha ralentizado, el riesgo de masificación persista, porque los nuevos pacientes que entren los próximos días se acumularán a los que han entrado en las últimas dos semanas y que todavía tendrán que quedarse.
Durante su comparecencia diaria de este domingo, el coordinador de Alertas y Emergencias Sanitarias del ministerio, Fernando Simón -que es quien ha acabado convenciendo al presidente español de la necesidad de reducir al máximo la movilidad- ha señalado como "la curva lleva unos días bajando, pero hay que ir con cuidado con los datos". El doctor ha alertado de que ya hay seis comunidades autónomas al límite de su capacidad y tres más que se acercan. Preguntado por cuáles son estos nueve territorios, se ha negado a dar más detalles, porque "sería arriesgado" hacerlo.
En este sentido, desde el ministerio garantizan que si es necesario se trasladarán enfermos críticos de una comunidad autónoma a otra, para destensar las que no tienen suficiente espacio. Al mismo tiempo, insisten en que las medidas tomadas ayer -en referencia al aumento de las restricciones de movilidad a la ciudadanía- intentan reducir nuevos casos de Covid-19 susceptibles de ser ingresados en UCI.