Caída para la esperanza. Entre ayer y hoy han muerto en España 268 personas con coronavirus. Son muchísimas, demasiadas, pero visto con perspectiva se trata de la cifra más baja de defunciones diarias desde hace más de un mes, concretamente desde el 20 de marzo. El total de víctimas mortales en el Estado es de 24.543.

Con estos datos, la tasa de avance de la letalidad de la Covid-19 en España se sitúa en su cota más baja desde que llegó la enfermedad, en el 1,1%. En lo referente a la propagación, un aspecto clave para ir avanzando en las fases progresivas del plan de desconfinamiento, se estabiliza en torno al 1%, que es el objectivo que se ha fijado el ministerio de Sanidad. En las últimas 24 horas se han diagnosticado 1.309 positivos con pruebas PCR, las que detectan la presencia activa del virus. Desde hace días, el gobierno sólo aporta el dato de los casos detectados por PCR, hoy un total de 213.435, pero no facilita el total acumulado, que debería incluir también los positivos en las pruebas de anticuerpos. 

En las últimas horas, además, se han producido el doble de altas que de fallecidos. Concretamente, entre ayer y hoy han superado la enfermedad 3.103 pacientes, lo que eleva el total de recuperaciones desde el inicio de la pandemia a 112.050.

Ajustando datos

Se hace dífícil poder hacer un análisis detallado de los datos del Gobierno, que ha tenido que ir reajustando los cálculos a medida que avanzaba la pandemia. Cuando empezó todo, las comunidades autónomas tenían métodos de recopilación de datos distintos entre ellas y el propio ministerio de Sanidad ha revisado y modificado algunos de los parámetros. Eso hace que las cifras se descuadren.

Así por ejemplo, ayer miércoles el dato de nuevos muertos no concordaba con la diferencia en relación al día anterior. El ministerio fijaba el aumento en 325, pero la diferencia entre el total acumulado el martes (23.822) y el miércoles (24.275) era superior, de 453. La explicación, que Galicia había reportado 128 defunciones acumuladas que no había notificado hasta ahora, producidas en centros sociosanitarios y que hasta ayer no se habían contabilizado.

Tampoco casan los datos que cada noche hace públicos la Generalitat con los que aporta el Estado. Eso pasa porque el ministerio de Sanidad sólo recoge en sus tablas los muertos a los que se ha hecho un test para comprobar que estabaen infectados de Covid-19. En cambio, el gobierno catalán suma también los casos sospechosos a los que no se ha hecho un test pero que presentaban todos los síntomas.

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