Los mandatarios de la Unión Europea tan sólo han acordado crear un fondo de reconstrucción vinculado al presupuestos plurianual. Ya era una propuesta del Eurogrupo que han ratificado. Ahora bien, no han sido capaces de consensuar ni la dimensión de este fondo ni cómo se gestionará, si con préstamos como defiende el norte de Europa o con transferencias como sostienen los países del sur. A pesar de todo, la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, se ha felicitado porque "España en el centro del juego".
Al acabar la reunión telemática de los jefes de estado y de gobierno de los 27, la titular de Exteriores ha comparecido desde La Moncloa para defender que, a pesar de todo, "observamos un cambio de tono en el debate, el inicio de una dinámica de negociación, y vemos a España en el centro del juego". En este sentido, ha señalado que Pedro Sánchez ha querido jugar durante su presidencia el papel de "contribuir a la construcción de consensos en Europa", unir "las visiones del norte y el sur, del este y el oeste."
La ministra de Exteriores ha admitido que todavía hay discusión sobre el tamaño del fondo, que según ha dicho se mueve en los parámetros de España, entre un billón y un billón y medio euros. De la misma manera, ha asegurado que "no hay suficiente convergencia sobre si será con transferencias o préstamos". España ha defendido la vía de las transferencias, para "evitar el sobrendeudamiento de algunos países" pero también por "solidaridad dentro de la familia europea".
"Esta no es una crisis entre el norte y el sur, que afecte sólo a los que han gestionado su economía de una manera", ha justificado la ministra de Exteriores, diferenciándola de la crisis financiera del 2008. González Laya ha advertido que "es una crisis sistémica y necesita una solución sistémica". Y ha insistido: "España con esta propuesta quiere facilitar que haya un consenso y no entrar en un debate norte-sur, que no es el tema de esta mesa".
Por otra parte, según ha explicado González Laya, el presidente español ha defendido la necesidad de unas "perspectivas financieras más ambiciosas, nuevas perspectivas, nueva ambición, ahora que sabemos lo dura que será la crisis". En esta línea, ha reclamado un apoyo decidido a sectores como la agricultura y que "ponga en práctica objetivos de la Unión Europea" como la transición ecológica o la investigación. También ha defendido la solidaridad con África y América Latina en esta crisis.
La titular de Exteriores ha dejado claro que España no pedirá ningún rescate al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), como había insinuado el primer ministro italiano Giuseppe Conte.